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El 'cierre' de Sanlúcar acaba con diez arrestos y más de 60 personas denunciadas

Los responsables de las Fuerzas de Seguridad muestran su satisfacción por una operación organizada para lanzar un aviso severo a los traficantes

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No había un objetivo concreto, ni tampoco información detallada sobre la entrada de cargamentos en la noche del miércoles, pero el cierre de Sanlúcar y la desembocadura del Guadalquivir dio algunos resultados policiales. El operativo conjunto de Policía Nacional y Guardia Civil tenía como fin amedrentar a los traficantes y lanzar un aviso severo: el despliegue de fuerzas se puede producir en cualquier momento. Y un mensaje más, en los mapas de delincuencia con los que trabajan los cuerpos policiales, la Costa Noroeste está marcada en rojo como zona conflictiva donde es necesario ampliar la seguridad. Ahora falta que se materialicen las promesas políticas como la instalación de cámaras del Sive en la entrada del río para desviar las rutas de los traficantes.

El dispositivo avanzado por este periódico en su edición de ayer culminó con diez detenciones y 65 personas denunciadas por infracciones diversas, aunque la tenencia y consumo de sustancias estupefacientes fue la causa mayoritaria, seguida de las sanciones por atentar contra la seguridad vial. De los detenidos, a cuatro de ellos les requisaron partidas de hachís y pastillas de tranquimazin en cantidad que excedía lo que se puede considerar para consumo personal. Y, además, se recabaron datos que pueden servir para investigaciones más concretas sobre la actividad de los narcos que operan en Sanlúcar.

En los registros de vehículos y cacheos a los ocupantes, los agentes requisaron más de una veintena de armas -en su mayoría blancas- y munición como cartuchos de escopeta de caza.

Pero lo más relevante del dispositivo que replegó a unos 130 efectivos entre policías y guardias civiles fue su despliegue; lo que no dejó indiferente a muchos vecinos que creyeron por momentos que alguna amenaza muy peligrosa se cernía sobre ellos.

El termino municipal sanluqueño fue repartido de tal manera que si la operación coincidía con algún traslado de droga importante o algún traficante trataba de escapar, no pudiera salir de la localidad sin toparse con un control. El río estaba cubierto por dos patrulleras del Servicio Marítimo y un helicóptero del Instituto Armado. Semanas atrás, fuentes policiales explicaron a este medio que la entrada de lanchas cargadas de droga se neutralizaría en gran medida si existiera en la desembocadura una presencia permanente de, al menos, una embarcación de la Guardia Civil que cubriera el hueco que deja la falta de cámaras del Sive. Un agujero de sobra conocido por los narcos.

La función del helicóptero que sobrevolaba constantemente la desembocadura era controlar que ninguna embarcación se daba la vuelta si detectaba que la boca de entrada del río estaba vigilada. Y las marismas fueron peinadas por miembros del Seprona en motos. Ese terreno pantanoso es aprovechado para esconder los fardos. Lo mismo ocurre con los invernaderos, sin embargo al no contar con una autorización judicial, los agentes no pudieron acceder a viviendas y propiedades privadas para hacer registros.

La Colonia de Monte Algaida y el extrarradio de Sanlúcar se lo repartieron las unidades del Instituto Armado que actuaron a pie de calle -USECIC y los GRS venidos desde Sevilla-, haciendo controles exhaustivos. Más de 200 vehículos y personas fueron verificados. Esta labor tiene como fin detectar individuos reclamados por la Justicia o coches que constan como robados. De esta manera la Policía detuvo a una rumana sobre la que pesaba una orden judicial de detención.

El plan ideado por ambos cuerpos contemplaba que la Policía se encargara del casco urbano y de los accesos a Bonanza y Monte Algaida, donde tienen la competencia en seguridad ciudadana. Estas vías fueron tomadas por las unidades de Prevención y Reacción (similares a los antidisturbios) de Jerez y de la Comisaría Provincial. Estos agentes tenían encomendado abortar cualquier amago de disturbio, mientras sus compañeros de Sanlúcar registraban vehículos. También hubo efectivos de paisano de la brigada provincial de Policía Judicial que estuvieron entre los vecinos sin llamar la atención.

stubio@lavozdigital.es