Hannah podría ser española
El ministro de Sanidad confirma que el caso de la niña inglesa de 13 años que ha renunciado a un trasplante vital sería posible en nuestro país
Actualizado: GuardarLa cara de Hannah Jones sigue dando la vuelta al mundo. La decisión de esta adolescente británica de 13 años que se expresa con más madurez, convencimiento y firmeza que muchos adultos ha conmocionado a sociedades de otros países que se preguntan si eso mismo podría repetirse dentro de sus fronteras; es decir, si una niña puede decidir entre vivir o morir al rechazar un vital trasplante de corazón porque no quiere sufrir más.
En España, el debate está servido, y el ministro de Sanidad, Bernat Soria, confirmó ayer que si Hannah fuese española podría darse la misma situación.
La pequeña Hannah sufre leucemia desde los 5 años y morirá si no se somete a un imprescindible trasplante de corazón, ya que el suyo está muy débil por tantos años de tratamiento contra el cáncer. Pero los médicos no le aseguran que sobreviva a la operación, y si lo hace, su calidad de vida sería baja y la leucemia podría reproducirse.
Con toda esta información, y cansada de tanto sufrimiento, la joven ha dicho basta y vivirá ya sólo unos meses. En cuanto a sus padres, entienden y acatan su decisión, algo que también ha causado sorpresa, tanto como que los médicos del hospital que la visitaron para hacerla desistir de su empeño acabaron por claudicar después de una reunión en la que la niña les explicó su visión del problema.
Así, el Hospital de Herefordshire, que había recurrido ante la Corte Suprema para quitar la custodia a los padres, ha terminado retirando su demanda.
La ley lo avala
¿Podría suceder en España? Sí. Lo confirma el ministro de Sanidad, Bernat Soria, con la Ley de Autonomía del Paciente en la mano, que otorga al enfermo mayor de edad el poder o el derecho a renunciar al esfuerzo terapéutico. Si éste fuera menor de 12 años, la decisión recaería en sus padres, que deberían estar asesorados por médicos y psicólogos. Pero si fuese mayor de esa edad, como es el caso de Hannah, progenitores y médicos deberían preguntar al niño o niña cuál es su deseo y tenerlo en cuenta, exactamente lo que ha ocurrido en Gran Bretaña.
Bernat Soria, aseguró que, hasta el momento, no se ha dado en nuestro país ningún caso tan «complejo» con niños o adolescentes -sí en pacientes adultos- pese a que estamos a la cabeza mundial de donaciones y trasplantes. «Es muy difícil ponerse en el papel de los padres», reconoció el ministro.
Por su parte, Rafael Matesanz, director general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), ha explicado que si la niña no hubiera convencido a los médicos, habría decidido un juez, igual que sucede en España cuando los Testigos de Jehová esgrimen su religión para eludir una transfusión sanguínea, ya sea para ellos o bien para sus hijos.
Por último, Matesanz ha reiterado que en este país es frecuente que algunos pacientes decidan no recibir un trasplante, si bien se trata en la mayor parte de las ocasiones de personas mayores o aquejadas de otras enfermedades graves adicionales.