Los terroristas entran al juzgado en un furgón de la Guardia Civil./ R. OTAZO (El Norte de Castilla)
LUCHA ANTITERRORISTA

Boda de dos etarras presos en Valladolid

Fuerte dispositivo de seguridad en los aledaños del Registro para evitar un hipotético intento de fuga de los contrayentes

VALLADOLID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los etarras David Lizarralde Palacios y Leyre Urrutia Baracaldo, presos en el Centro Penitenciario de Valladolid y el penal de Brieva (Ávila), respectivamente, donde cumplen condena, han contraido matrimonio en la capital vallisoletana este jueves, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

La novia, de 28 años, permanecía desde este lunes en la cárcel de Valladolid, a la que había sido conducida desde Brieva, a la espera de la celebración de una ceremonia que se ha iniciado alrededor de las 10.00 en una sala del Registro Civil y que apenas ha durado diez minutos. Como autorizante ha actuado el juez titular, José Alberto Maderuelo.

Con carácter previo a la ceremonia civil, los aledaños del Registro, tanto la calle Torrecilla como la calle Angustias, habían sido tomados por agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, hasta casi una treintena de funcionarios entre ambos cuerpos, con el fin de evitar un hipotético intento de fuga de los contrayentes o cualquier imprevisto.

Aunque hasta Valladolid se han desplazado cerca de quince personas del círculo familiar de ambos etarras para asistir a la ceremonia, finalmente tan sólo cinco de ellos, los padres de ambos y una prima de ella, Eneritz Ibarrondo Urrutia, han podido entrar en la sala. Esta última y la madre de David, Celia Palacios de Toyos, hana ctuado como testigos.

Encuentro en la cárcel

Concluida la fugaz ceremonia, a la que los dos etarras han acudido vestidos de calle, los contrayentes han sido conducidos al garaje del edificio de los Juzgados y desde allí, por separado y cada uno en un furgón de la Guardia Civil, han sido trasladados nuevamente al Centro Penitenciario de Valladolid, en Villanubla, donde está previsto que mantengan un 'vis a vis', antes de que ella retorne mañana al penal abulense de Brieva para seguir cumpliendo su condena.

La etarra cumple dos años de cárcel, tras ser condenada en 2007 por la Audiencia Nacional por desempeñar el papel de 'chivata' para el 'aparato' de ETA. Su cometido era vigilar a guardias civiles del Cuartel de La Salve y elaborar informaciones sobre ellos, además de coches policiales camuflados y de otros edificios de interés para la banda terrorista para cometer atentados. Su marido etarra fue condenado por el Tribunal Supremo en el mismo año en el marco del caso Jarrai-Haika-Segi.