Economia

Los precios se frenan y la inflación se queda en el nivel de hace un año

El Gobierno prevé que, «con el permiso del petróleo», la tasa de diciembre sea inferior al 3%

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Por fin una noticia positiva entre negros augurios. Los precios de consumo apenas subieron tres décimas en octubre, un mes habitualmente inflacionista por el arranque de la nueva temporada y los gastos asociados a la vuelta al cole. La rebaja de los carburantes y de los precios de algunos alimentos básicos como el pollo o el pescado fresco, compensó el algo más moderado encarecimiento de los bienes y servicios que, de forma tradicional, elevan sus precios en otoño. En consecuencia, la inflación anual cedió nada menos que nueve décimas respecto a septiembre, hasta quedar en el 3,6%, el mismo nivel que presentaba hace un año. Con éste, ya van tres retrocesos mensuales consecutivos.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, estimó que, «con el permiso del petróleo», la tasa de inflación podría quedar por debajo del 3% en diciembre. La trayectoria de los precios en la recta final del año no es una cuestión menor: el índice de noviembre se utiliza como referencia para actualizar las pensiones, y el de finales de año se aplica con carácter general a los salarios que tienen reconocida, por convenio, la cláusula de garantía. Todo apunta a que la revisión final se quede en un porcentaje inferior a la media de la subida que han experimentado los precios a lo largo del año. Lo agradecerán las cuentas públicas y de las empresas, y lo sentirán los asalariados y perceptores de pensiones.

En octubre, los precios subieron tres décimas porque las prendas de vestir se encarecieron el 10,2% y las tasas académicas se incrementaron el 6% en la enseñanza superior. A estas alzas, típicas del otoño, se añadió la subida del gas en un 3,2%. Y es que los precios de este combustible, aunque asociados al petróleo, no marchan de forma simultánea con respecto a la variación del crudo y se trasladan con un desfase de varios meses.

Estas subidas compensaron en buena parte la rebaja del precio del pescado fresco en un 2,2% y de la carne de pollo en un 2%. Pero, sobre todo, el pasado mes se dejó notar que las petroleras empiezan a trasladar, aunque sea lentamente, el abaratamiento del crudo a los precios finales de los derivados del petróleo: carburantes y lubricantes bajaron de precio un 6,5% y otros combustibles lo hicieron en un 9,8%. Como corresponde al cierre de temporada, hubo descensos de precios en los hoteles y otros alojamientos en un 6,6%, y de las tarifas de los viajes organizados en el 2,5%.

Diferencial en mínimos

Las autoridades económicas celebran, por otra parte, que la inflación subyacente -que mide la evolución de los precios más resistentes, al excluir la energía y los alimentos no elaborados-, se haya colocado en octubre en el 2,9%, con un retroceso de cinco décimas respecto al mes anterior. Consideran igualmente favorable la reducción del diferencial con la zona euro: ahora mismo está en medio punto porcentual, prácticamente la mitad de su media histórica, y, según Vegara, «se mantendrá en niveles reducidos en los próximos meses». La importancia del dato se explica porque el diferencial de precios de España con el resto de los socios comunitarios constituye un obstáculo destacado para la competitividad de nuestras exportaciones.

Aunque la cesta de la compra de los hogares todavía arrastra el efecto perverso de la crisis de las materias primas, ese impacto se modera por momentos y los responsables económicos pueden presumir de que ya no se registran aumentos anuales de dos dígitos. En realidad el resultado recoge, en parte, un efecto estadístico: la escalada se había registrado ya hace un año, lo que alivia de forma notable las comparaciones. Así, la leche se ha abaratado el 0,2% respecto a octubre de 2007. En todo caso los números frenan cualquier optimismo excesivo: frente al encarecimiento anual medio de los precios, que se limita ahora al 3,6%, los cereales y sus derivados han subido el 9%, los huevos el 6,3% y los productos lácteos el 5,2%.

Mucho más notables que las subidas de los alimentos son las soportadas por el transporte público interurbano -alza del 12,8% anual- o las tarifas de calefacción y alumbrado, que se han incrementado en el 10,8%.

Los servicios de estudios privados ya han tomado en cuenta estos recortes, y «corregido el tiro» en sus proyecciones. Dan por seguro que los efectos bajistas se repetirán en los dos meses que restan del año, porque la cotización internacional del crudo sigue descendiendo y el efecto de una demanda cada vez más reducida se deja sentir en los precios.

Autonomías

Por autonomías, los precios subieron en octubre ocho décimas en La Rioja, siete en el País Vasco, Murcia y Melilla, seis en Ceuta y cinco en Extremadura. Los aumentos fueron de cuatro décimas en Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia; del 0,3% en la Comunidad Valenciana; del 0,2% en Cantabria, Madrid y Navarra y del 0,1% en Castilla y León. En Canarias, los precios permanecieron estancados, y en Baleares bajaron el 0,1%, fiel reflejo del final de temporada.