Dos clubes y un mismo problema

Para lo bueno y para lo malo, la trayectoria del San Fernando y del Portuense durante los últimos años ha tenido muchos puntos en común. Tras dos temporadas sin hacerlo, el próximo domingo se verán las caras en Bahía Sur dos equipos que, en la actualidad, están sufriendo una grave situación económica que ha desestabilizado de manera considerable el día a día de ambas entidades.

De un lado, el conjunto azulino arrastra una deuda de la pasada campaña que hace que, hoy por hoy, la viabilidad económica de la entidad sea prácticamente nula. Los jugadores que permanecen del curso anterior aún no han cobrado el dinero que les debe Delfín Cañas. Además, el empresario riojano ha pedido que se le reconozca una deuda que asciende a los 2,5 millones de euros por la ayuda prestada en todo este tiempo. El ambiente está crispado ante la serie de promesas incumplidas que se han producido en los últimos meses y, aunque las nóminas de este ejercicio se están cubriendo, la rémora del año pasado y la incertidumbre del futuro son una losa demasiado pesada.

De otro lado, el equipo de El Puerto no le anda a la zaga, ya que la falta de liquidez de Manuel Lores ha provocado que la actual plantilla todavía no haya cobrado desde que empezó la temporada y que en el vestuario se estén viviendo situaciones con tintes dramáticos. A eso hay que unir también que hay futbolistas que permanecen del curso anterior que retiraron su denuncia de la AFE y que aún no han percibido la cantidad que se les dejó a deber. Además, los contenciosos que se han mantenido con Burgueña, Orúe y Otero están debilitando, más si cabe, a la entidad.

Los jugadores se plantan

La mala situación económica por la que pasa el Portuense ha dado como resultado que la plantilla deje de entrenar, en principio, hasta el próximo sábado por la mañana, cuando falten algo más de 24 horas para enfrentarse al San Fernando. Los jugadores se llevaron un plan de trabajo marcado por el preparador físico Luis Márquez. Como se preveía, la plantilla se reunió en el vestuario para abordar la situación ante la deuda de dos mensualidades y después de haber concluido el martes el plazo de diez días que se le había dado al presidente para abonar las nóminas.

En San Fernando, por su parte, hoy es un día clave en el futuro del club. La junta directiva ha convocado a las 20.00 horas en primera instancia y a las 20.30 en segunda y definitiva una asamblea informativa en la que se pondrá al día a los socios del estado de la situación actual. Los dirigentes están estudiando la petición realizada por Cañas y, para que pudiera accederse a ella, habría que contar con el consentimiento de los socios en una asamblea representativa cuya fecha se dará a conocer en los próximos días.

No obstante, y a diferencia de la decisión adoptada por la plantilla del club vecino, los futbolistas del San Fernando no se plantean, hasta el momento, la posibilidad de retomar las movilizaciones, que en su día se llevaron a cabo durante la pretemporada.

Reacciones en el Cuvillo

Sanlúcar, capitán y portavoz de la plantilla, advirtió que «no tenemos la cabeza como para entrenar, ya que hay una situación de necesidad bastante grave. Pero no hay que llamarle plante». El entrenador Alberto Ferri, por su parte, señaló que «en lo deportivo diré que no quiero pensar en que todo esto vaya a repercutir en el derbi, porque mis jugadores son tan excelentes personas como profesionales y estoy muy orgulloso de tener a la plantilla que tengo. El domingo iremos a ganar, y estoy convencido que lo podemos conseguir».

Así las cosas, un derbi provincial que se preveía bonito y espectacular se verá ensombrecido por una situación extradeportiva que está causando estragos en ambos bandos.