Inadmisible desafío
La prisión provisional, comunicada y sin fianza dictada por el Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional contra Iñaki de Juana Chaos por un presunto delito de justificación pública de actos terroristas, y las consiguientes órdenes de detención cursadas al amparo de los acuerdos vigentes en el seno de la UE y a través de INTERPOL, responden al nuevo desafío lanzado por el ex preso de ETA al Estado de Derecho. Desafío iniciado con la lectura el pasado 2 de agosto de una carta apologética de la violencia atribuida a él, de cuya autoría no ha querido desdecirse ante el juez, y que se ha verificado con su huida a Irlanda y su negativa a comparecer ayer ante el magistrado Eloy Velasco. De Juana cumplió una condena de 21 años por 25 asesinatos y por publicar dos artículos amenazantes. Una pena que se atuvo a la legislación vigente, pero que sin duda resulta leve para la percepción ciudadana. Pero lo que convirtió su actitud en una cruel obscenidad es que, lejos de retractarse de tan sanguinaria trayectoria, De Juana osó aprovecharse del carácter democrático y garantista del sistema constitucional para convertir sus últimos meses en prisión en un desafío constante al Estado y, sobre todo, en una afrenta inmisericorde para las víctimas de sus atentados y de cuantos hubiera cometido ETA.
Actualizado: GuardarLos indicios de que, además, De Juana podría estar amparándose tras una identidad falsa para sortear la vigilancia policial respecto a su estancia entre la República de Irlanda y el Ulster convierten su última peripecia en la constatación de que la prisión no le ha servido para renunciar al activismo. Ni siquiera en una tierra que habría conocido un exitoso proceso de paz, pero en la que aún persisten posturas intransigentes con las que pudiera simpatizar De Juana. Las requisitorias dictadas por el juez Velasco deberían surtir un efecto inmediato, de manera que el acusado sea puesto a disposición de la Audiencia Nacional en el plazo más breve posible. Sólo así cabría dilucidar el fondo del asunto: si De Juana Chaos redactó o no, hace suyo o no, el texto leído en la calle Juan de Bilbao de la Parte Vieja donostiarra, tomada impunemente por los extremistas el pasado 2 de agosto. Y sólo así podría resarcirse a las víctimas que por enésima vez están padeciendo el desplante moral de tan depravado apologeta del terror.