Obama reactivará la caza de Bin Laden
Su estrategia para Afganistán contempla buscar la ayuda iraní para combatir el terrorismo suní Petraeus y Gates tienen ofertas para mantenerse en sus cargos
Actualizado:Pese a que el nuevo presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama, se hiciera con la Casa Blanca a base de pronosticar un ansiado cambio de política en Washington, el que fuera senador de Illinois parece no tener demasiadas ansias de mostrar su nuevo estilo en lo que se refiere a la búsqueda del dirigente de la organización terrorista Al-Qaeda, el saudí Osama Bin Laden.
Según adelantó ayer The Washington Post, entre los nuevos planes del Obama se encuentra renovar los esfuerzos para la captura del dirigente de la red terrorista Al-Qaeda, una prioridad que, en su opinión, la actual Administración Bush ha dejado por imposible tras años de intentos frustrados de encontrar al inspirador de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
El diario, citando a uno de los asesores del nuevo mandatario norteamericano, asegura que Bin Laden es enemigo de Estados Unidos y eso le convierte en un objetivo principal de Obama. Aún así, los consejeros del afroamericano reconocen que todavía está lejos de trazar una estrategia efectiva que vuelva a colocar al saudí como una prioridad dentro de la agenda del antiterrorismo norteamericano.
Pero Obama contempla asimismo una estrategia más regional y concreta en la guerra en Afganistán, la cual incluiría conversaciones con Irán. El que fuera senador de Illinois tiene previsto enviar tropas adicionales con la intención de detener a Bin Laden. Aunque, para el demócrata el principal objetivo en el país asiático debe estar centrado en construir una democracia estable y duradera que no dependa de los intereses de estadounidenses y rechace a la organización Al-Qaeda y al extremismo islamista.
«George W. Bush obstaculizó el trabajo en Afganistán con restricciones ideológicas y diplomáticas. Tuvo un compromiso poco realista con la construcción de una democracia moderna», añadieron las fuentes.
Difícil tarea
Para lograr esta difícil tarea, Barack Obama estaría dispuesto a mantener negociaciones con miembros «reconciliables» de la milicia talibán. Y su proyecto va más alla al no descartar conversaciones diplomáticas tanto con el régimen de los ayatolás de Teherán como con Siria, algo que ya adelantó durante su campaña electoral. «Mientras miramos hacia el futuro, sería útil tener un interlocutor para explorar los objetivos compartidos», dijeron al periódico de Washington desde el equipo del nuevo presidente. Los iraníes «no quieren extremistas suníes a cargo de Afganistán al igual que nosotros», agregó el portavoz de Obama.
Claro está que las intenciones del próximo Gobierno norteameriano todavía necesitan fraguarse detenidamente. Las intenciones son claras, pero la ejecución podría llevar su tiempo puesto que ambos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1979, precisó una fuente al rotativo.
Obama se siente muy a gusto con la gestión del jefe del Mando Central estadounidense, el general David Petraeus, quien ha sido uno de los artífices del descenso de violencia en Irak y que comparte el punto de vista del afroamericano en lo que se refiere a Afganistán.
Por esta misma razón, el presidente electo tiene intención de mantener a Petraeus al frente de la misión una vez llegue a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. Los rumores también apuntan a que el demócrata podría ofrecer al actual secretario de Defensa, Robert Gates, conservar su puesto en la nueva legislatura, dados los logros conseguidos en los dos puntos negros en el exterior: Irak y Afganistán.