Once países y un destino
Argentina fue el más importante centro de acogida de exiliados españoles
Actualizado:Nadie en el Ministerio de Justicia o en el de Asuntos Exteriores se atreve a dar una cifra redonda del número de solicitudes de nacionalidad que se recibirán en los próximos dos años, sobre todo porque no hay ningún tipo de estadística, ni siquiera estimaciones fiables de cuántos españoles salieron al exilio durante el conflicto y los años de postguerra y primera represión franquista.
Tampoco hay un registro de la gente que fue regresando conforme fueron cerrándose las heridas o suavizándose la represión de la dictadura. El Gobierno sólo cuenta con cálculos aproximativos que se basan en los registros consulares y en estimaciones de profesores universitarios, que son los que apuntan a que cabe esperar entre 500.000 y 600.000 reclamaciones.
Lo único que la Administración tiene más o menos claro son los once países en los que espera que haya mayor número de peticiones de obtener la ciudadanía perdida por sus abuelos y padres.
Argentina es el más importante. Allí se estima que podrían recibirse entre 200.000 y 300.000 expedientes. Los otros ejes del exilio español, según los estudios más fiables, son México, Francia, Venezuela, Brasil, Chile, Rusia, Cuba, Estados Unidos, Gran Bretaña y la República Dominicana.
Pero todo son especulaciones. Las cifras son siempre parciales: 440.000 españoles cruzaron a Francia en los primeros tres años de la guerra, aunque la mitad volvió en los primeros meses tras el fin del conflicto y tras estallar la Segunda Guerra Mundial. Según otros censos, 8.000 españoles, la inmensa mayoría exiliados, murieron en los campos nazis europeos. Además, 32.000 niños fueron evacuados al extranjeros durante la guerra, pero se desconoce el número exacto de cuántos volvieron.
Cuando Alemania invadió la URSS en el verano de 1941 vivían allí cerca de 4.000 adultos y menores de nacionalidad española. Y antes de 1940 pudieron llegar a México cerca de 20.000 refugiados
La iniciativa gubernamental, amén de colmar los anhelos de miles de descendientes, puede de paso cerrar un censo coherente de la diáspora republicana.