Investigadores documentan 156 yacimientos prehistóricos sólo en la campiña litoral y en la banda atlántica de la provincia
El minucioso estudio, dirigido por el profesor de la UCA José Ramos, acaba de ser editado por la Junta Han participado 17 prestigiosos expertos de diferentes universidades españolas y el CSIC de Barcelona
Actualizado: GuardarLa Historia de Cádiz no empezó con los fenicios. El eterno debate (entre otros) sobre la ubicación exacta de Gadir, «no exento de cierto contenido idealista», ha relegado injustamente a un tercer o cuarto plano el importante patrimonio prehistórico que atesora la provincia. Al margen del bagaje material que la historia antes de la historia ha venido ocultando bajo el peso de los siglos, los especialistas en este prodigioso territorio intercontinental han descifrado claves esenciales para desentrañar algunos de los misterios de una época oscura (en cuanto a su conocimiento), pero brillante (en cuanto a la evolución del hombre), que condicionó la aparición y desarrollo de civilizaciones posteriores.
Ahora, gracias a un completo estudio que acaba de editar la Junta de Andalucía bajo la coordinación del profesor de la UCA José Ramos Muñoz, investigadores de toda España arrojan luz sobre los 156 yacimientos prehistóricos que han documentado sólo en la campiña litoral y la banda Atlántica de Cádiz. Algunos están vinculados a sociedades cazadoras-recolectoras, otros son neolíticos (sociedades tribales comunitarias) y otros pertenecen a la Prehistoria Reciente (sociedades clasistas iniciales).
Trabajo de campo
El equipo responsable de la exhaustiva investigación ha realizado prospecciones arqueológicas en superficie (San Fernando, Chiclana, Conil, Medina Sidonia, Vejer de la Frontera, Tarifa), y varias excavaciones de urgencia que han completado la información arqueométrica y analítica.
El libro, que responde a la memoria de un proyecto desarrollado por la UCA, contiene dos partes: una que recoge las contribuciones de 17 autores pertenecientes a las universidades de Cádiz, Córdoba, UNED, Álcalá de Henares y CSIC de Barcelona; y otra compuesta por trece apéndices y bibliografía en los que se presentan registros minuciosos de los 156 yacimientos estudiados. Hay importantes contribuciones de disciplinas tan dispares y, a la vez, complementarias, como la geología, el estudio de materias primas, la arqueobotánica o la faunística, entre otras.
«Hemos comprobado -explica Ramos- la enorme importancia de las ocupaciones humanas durante las etapas prehistóricas en Andalucía Occidental, su continuidad histórica, la diversidad de los recursos explotados y los procesos de jerarquización social».
Pero la verdadera relevancia del documento radica en su espíritu crítico y su aspiración de añadir una renovación conceptual a las formas de hacer arqueología prehistórica en este marco geográfico de estudio.
«Sobre todo en los 80 y 90 del pasado siglo, tanto desde la Universidad como desde la tradición historiográfica, se han primado modelos difusionistas de explicación, no sólo para el aporte fenicio y orientalizante, sino también para entender los cambios socieconómicos, la agricultura intensiva, el origen del estado, la división social del trabajo, etc...», argumenta el coordinador del proyecto. Es decir, «no se analizaban con detenimiento los sustratos, y se primaba la pretendida mayor importancia de una época histórica sobre otra». La Prehistoria quedaba como una etapa más o menos oscura, hasta que llegaron los fenicios. Todo ello unido a una «continuidad velada del paradigma de la ciudad trimilenaria» constituían un verdadero reduccionismo de la explicación e interpretación de lo que supuso este periodo en el ámbito geográfico que abarca el estudio.
El fantasma de Gadir
Ramos considera que en los primeros años del siglo XXI se recuperó el fantasma de Gadir y sus 3.000 años de historia y se desencadenaron debates «ingenuos y estériles» sobre la ubicación del Cádiz antiguo.
«Muchos colegas expresaban sus éxitos arqueológicos magnificando la gran cantidad de hallazgos en la prospección de un término municipal, o describiendo la excavación de un enterramiento como el más grande, o diciendo que tenían la mejor cisterna romana», apunta el profesor de la UCA, cuando «patrimonio histórico es un concepto mucho más amplio que todo eso».
«La Historia se entiende en su totalidad, desde las sociedades cazadoras-recolectoras hasta la actualidad, por lo que cualquier etapa es fundamental para explicar la siguiente».
Dado que la Prehistoria es la gran perjudicada en esa jerarquía de intereses, los promotores del documento entienden que su contribución es excepcional, por cuanto «intenta ubicar el estudio en una perspectiva de análisis socioeconómica», además de ser el producto de «una arqueología prehistórica interdisciplinar». dperez@lavozdigital.es