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Resurge el fantasma del 'Kursk'
El accidente del 'Nerpa', que se saldó con 20 fallecidos, es el noveno de un submarino ruso en los últimos quince años
Actualizado: GuardarLa muerte de 20 personas y 21 hospitalizadas es el balance, al parecer definitivo, del accidente acaecido el sábado en el interior del submarino nuclear ruso K-152 Nerpa. El navío efectuaba una travesía de prueba en el mar de Japón cuando se activó automáticamente, sin motivo alguno, el sistema de extinción de incendios en un compartimiento de proa.
Según explicó ayer a la emisora Eco de Moscú el científico ruso Lev Fiódorov, el mecanismo contra el fuego instalado en los sumergibles emite freón, una sustancia que «desplaza» el oxígeno, evitando así la combustión, y que es además tóxica en dosis elevadas. En tales casos, la tripulación debe utilizar una mascarilla especial de oxígeno que dura aproximadamente 10 minutos. Estos dispositivos no pudieron ser empleados por razones que la Marina rusa no ha dado a conocer. La muerte de las víctimas, por tanto, sobrevino por asfixia, según Fiódorov.
En el momento del accidente, a bordo del Nerpa navegaban 208 personas. Vladímir Markin, portavoz de la Fiscalía, detalló que, de los 20 fallecidos, 3 eran militares y 17 civiles adscritos a los astilleros donde fue construido el submarino. Los 21 heridos fueron evacuados a bordo del barco de la Armada rusa Admiral Tributs y posteriormente ingresados en un hospital militar de Vladivostok.
De acuerdo con las informaciones facilitadas por el portavoz de la Flota de guerra rusa, Igor Digalo, «no corre peligro la vida de ninguno de los ingresados». Según sus palabras, «sólo uno de ellos presenta un nivel de intoxicación medio. La gravedad de los otros 20 es leve». Digalo aseguró que el compartimiento afectado ha sido ventilado, el submarino funciona perfectamente y su reactor nuclear no ha sufrido daño alguno. «El nivel de radiación es normal», añadió el oficial ruso.
Base naval
La nave llegó ayer a la base naval de Bolshói Kamen escoltada por varios barcos. Guennadi Illariónov, un responsable del Instituto de Tecnología Naval de la Academia de Ciencias considera probable que el fallo sufrido por el sistema de extinción se deba a «una excesiva automatización» del barco. El experto no descarta tampoco que el problema haya sido provocado por alguna de las personas que se encontraban a bordo. «Había demasiada gente en el submarino y muchos sin el nivel profesional necesario», declaró Illariónov. De las 208 personas presentes, 127 eran civiles (ingenieros y operarios) y 81 militares.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha ordenado a su ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, y al Fiscal General, Yuri Chaika, que inicien una investigación para esclarecer lo sucedido. Ha sido abierto además un expediente criminal. En los últimos quince años, es el noveno accidente que sufre un submarino ruso. El percance más grave fue el que sufrió el Kursk. Se fue a pique a consecuencia de una fuerte explosión en la sala de torpedos, el 12 de agosto de 2000, cuando participaba en unas maniobras en el mar de Bárents. Perecieron 118 marineros.
El 30 de agosto de 2003, otro sumergible nuclear, un K-159 se hundió a causa de una tormenta. Se fue al fondo con 10 personas a bordo muy cerca de donde se produjo la tragedia del Kursk. Un navío idéntico naufragó en 1970 en el Golfo de Vizcaya a consecuencia de un incendio. El último accidente grave tuvo lugar en septiembre de 2006, también en el mar de Bárents. Un incendio en el interior del submarino atómico Sviatói Daniil Moskovksi causó dos muertos y un herido.