PAN Y CIRCO

Resultadistas

El resultadismo -cáncer que intenta acabar con el fútbol espéctaculo- comienza a propagarse alrededor del Cádiz del mismo modo que los profetas más pesimistas anuncian que pobre de este equipo como no refuerce su línea defensiva en el mercado invernal. Ante un fenómeno tan reconfortante como es ver a un club hincharse a meter goles en Segunda B -aunque la categoría le venga pequeña por historial, potencial deportivo, masa social y necesidades económicas-, surge otro deleznable y mezquino que consiste en renegar de las dianas a cambio de mantener la portería a cero. ¿No habíamos quedado en que los goles son la salsa del fútbol? Pues ahora resulta que no; al menos, desde la óptica de quienes se crispan porque el Cádiz (después de tantos lustros) ha aprendido a golear un domingo sí y otro también; ha comenzado a abrir una brecha con el quinto de la tabla que le va a clasificar para la liguilla mucho antes de finalizar la fase regular; y se ha postulado como el principal favorito para acabar primero el próximo 10 de mayo.

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Pero como de lo que se trata es de marear la perdiz, saltan las alarmas y resulta que Casilla, Cristian, Mansilla, Dani Fragoso, De la Cuesta y Raúl López no valen un duro porque la retaguardia del equipo es muy fragil y si no fuera porque Toedtli, Juanma, Enrique, Caballero, Rubiato y compañía están inspirados esto sería un desastre. Hay que tener muy poco gusto para abogar porque el Cádiz finalice todos sus partidos 1-0 y que el estadio Carranza se convierta en un concierto de ronquidos y bostezos para consuelo de resultadistas y muermos. A un buen chute de Premier League y a ver mil veces el Arsenal-Totenham (4-4) habría que castigar a todos aquellos que desde su infinito conocimiento e intachable profesionalidad abogan por imponer el sopor en los campos de fútbol; como si ya no fuera suficiente castigo tener que ver al Cádiz en Segunda B. deportes@lavozdigital.es