No olviden ir a trabajar
Le he estado dando vueltas y he llegado a la conclusión de que los horarios que me han puesto mis jefes para trabajar no son los más adecuados para mí. Así que doy ya un aviso a navegantes: no se extrañen si en los próximos días detectan mi reiterada ausencia entre las firmas de este periódico, o si cuando vengan a buscarme a la oficina sólo encuentran mi silla vacía.
Actualizado:Seguro que alguno ya está pensando que soy una fresca, y que he buscado la excusa más peregrina para escaquearme de mis obligaciones laborales. Pero yo me he limitado a seguir el ejemplo de nuestros diputados electos que, según he visto en las últimas sesiones del Congreso, no tienen entre sus prioridades ocupar su escaño, ni siquiera cuando hay jornada de votaciones o cuando tienen que intervenir en sesiones de control.
La excusa de los horarios también se la he tomado prestada a los parlamentarios, que ahora dicen que la culpa de todo la tiene papá Bono, que ha cambiado viejas costumbres. Y claro, los pobres no se aclaran. Por eso, deciden cortar por lo sano y no se presentan a la hora de pasar lista.
Luego dirán que si Qualytel o que si el Ayuntamiento de Jerez, pero a ver si cualquiera de ellos supera las cifras de absentismo del Congreso, que se estiman en un 15%. Eso cuando sólo acuden a representarnos a todos 40 de los 300 parlamentarios.
Sí, ya sé lo que dice Mamen Sánchez, nuestra diputada jerezana: los parlamentarios no sólo trabajan en la Cámara. Pero en un mundo como el de la política en el que tan importante son los gestos la imagen del Congreso vacío es muy insultante.
El PP lo tiene claro, y por eso va a mandar cartas a sus diputados para que no falten tanto. Yo haré lo mismo: esperaré a que me recuerden que tengo que ir a trabajar.