Momento del rescate. / REUTERS
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Recuperados 82 cadáveres tras el derrumbe de una escuela en Haití

Los equipos de rescate buscan supervivientes bajo los escombros a los que quedó reducido el centro educativo

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Los equipos de rescate habían conseguido recuperar ayer los cuerpos de al menos 82 personas, en su mayoría niños, de entre los escombros de la escuela derrumbada en un barrio de la periferia de Puerto Príncipe. Los bomberos, miembros de las Fuerzas de Seguridad y el Ejército descubrieron otros 20 estudiantes fallecidos y a su maestro en una clase, explicó el presidente haitiano, Rene Preval, en el lugar del accidente, acompañado por la jefa del Gobierno, Michele Pierre-Louis. Además, otro centenar de personas resultaron heridas en el siniestro.

Poco antes de la visita del presidente fueron recuperados tres nuevos cuerpos de los escombros, que se sumaban a los otros 58 hallados muertos entre el viernes y la madrugada de ayer. Desde Estados Unidos, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) señaló en un comunicado que enviaría grupos de búsqueda y rescate para colaborar en las operaciones de rescate.

«Ésta es una situación trágica, especialmente porque hay niños involucrados. Estamos trabajando junto al Gobierno haitiano para procurar asistencia inmediata en los esfuerzos de rescate», dijo la administradora de la USAID, Henrietta Fore. Los expertos estadounidenses llegaron ayer por la mañana a Puerto Príncipe para iniciar las tareas.

La escuela de tres pisos La Promesse de Pétion-Ville, en las afueras de la capital Puerto Príncipe, se derrumbó sobre las cuatro de la tard mientras los alumnos estaban en clase. Una treintena de fallecidos fueron evacuados al hospital de la Universidad del Estado de Haití, indicó la Policía. Otros cadáveres fueron llevados a distintos hospitales, incluido uno gestionado por la ONG Médicos sin Fronteras. «Toda la escuela se derrumbó sobre los niños, y por teléfono podemos escuchar a los niños llorando y gritando 'éste está muerto, otro murió», explicó a la cadena CNN Michaele Gedeon, presidente de la Cruz Roja haitiana.

La Policía y los funcionarios del Gobierno tratan de averiguar cuántos niños y profesores podrían quedar atrapados bajo los escombros, dado que, según el responsable de Cruz Roja «no es posible saber la cantidad de personas que se encontraban en el edificio en el momento del siniestro, pero probablemente había muchos niños».

En la escuela derrumbada recibían enseñanza alumnos de entre tres y veinte años. El centro estaba dirigido por un sacerdote. La escuela había sido construida en el barrio marginal de Pétion-Ville, de donde procedía la mayoría de sus alumnos. La edificación constaba de dos alturas, con un tercer piso añadido. El colapso de la estructura sucedió en el primer nivel y «arrastró al resto del edificio en el momento en que los alumnos estaban en clase», explicó una mujer visiblemente afectada, que acudió a la escuela para conocer la suerte de su hijo pequeño. «No hay Gobierno en este país. No tendríamos que haber dejado que se construyera una escuela para 700 niños en estas condiciones de precariedad», protestó otra madre en el lugar del accidente.

Además de la escuela, cinco casas ubicadas en la cercanía se derruyeron parcial o totalmente sin que todavía se conozca el motivo. Mediante palas, y hasta con la ayuda de un helicóptero de la ONU para quitar bloques de hormigón, los equipos de rescate trabajan sin cesar.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, expresó en París su «profunda emoción» tras el derrumbe y dijo que «a solicitud de las autoridades haitianas, Francia enviará un equipo de la seguridad civil».