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ESPAÑA

De Quintanilla al yate de Briatore

Al mencionado afán protagonista en el discurso y al innegable giro ideológico que ha experimentado, el hoy presidente de FAES añade un fenómeno muy evidente: la transformación de su propia imagen. Cuando llegó tarde al cónclave de Valencia, exhibió en todo su esplendor esta nueva estampa. Aznar irrumpió descorbatado, con desaliño premeditado, la descuidada melena negro caoba al viento y flanqueado por una curiosa corte personal, integrada por su preparador físico, Benjamín Lombao, el periodista mexicano Carlos Solomón y el empresario guatemalteco de la cadena de restaurantes latinoamericana Pollo Campero, Dionisio Gutiérrez.

M. I.
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Cuando procedió a repartir estopa a diestro y siniestro, en un desahogado discurso que fue recibido con distinto ánimo en las filas populares, se hizo evidente la pirueta histórica del personaje. Varias preguntas vinieron a la memoria de quienes conocieron la trayectoria política y vital del ex presidente del Gobierno, iniciada a finales de los 80 cuando asumió el liderazgo del partido y emprendió una exitosa pero esforzada carrera política hacia la Moncloa. ¿Qué fue de aquel austero y tímido señor moreno de bigote, que comía sándwiches de jamón y queso con Coca-Cola por las carreteras españolas de 1989 y viajaba en clase turista en los aviones, veraneaba en los campos vallisoletanos de Quintanilla de Onésimo y practicaba largas caminatas como único deporte que, a la hora del café, completaba con partidas de dominó? ¿Qué le ocurrió a su vida, a su trayectoria y a su cerebro para que ahora exhiba un ego expansivo, visite varios continentes en la misma semana, luzca pulseritas multicolores, viaje en el jet privado del multimillonario rey del pollo, se pasee con ricos y famosos en el yate de Briatore y se desgaste a diario en un enfebrecido sprint contra el reloj pulverizando marcas de deportistas mucho más jóvenes?

En el camino se quedó el estadista que todavía veneran la mayoría de dirigentes populares y al que admiran muchos jóvenes. Quien llevó a España a la Europa del euro logró mayoría absoluta para su partido y no necesitaba más que solomillo y helado de café para sobrevivir, siempre que tuviera sobre la mesa un buen Protos.