Los ministros de Economía del Reino Unido, Stephen Timms (i), y de Brasil, Guido Mantega después de la reunión con los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G-20 en Brasil. /Efe
Reunión preparatoria

Los países del G-20 acuerdan una acción coordinada para evitar que la crisis genere una depresión mundial

Los líderes internacionales definirán el próximo sábado en Washington las medidas necesarias para atajar la crisis

SAO PAULO Actualizado: Guardar
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Los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales de los países del G-20 han defendidouna reforma de la arquitectura financiera internacional que abra más espacio para los países emergentes, así como una respuesta coordinada a la crisis mundial.

Los funcionarios, que durante dos días han debatido en Sao Paulo la coyuntura internacional, han dejado sin embargo para los gobernantes del G-20 que se reunirán en Washington el próximo sábado la tarea de definir propuestas para atajar la crisis y evitar que se repita, lo que puede conseguirse mediante una mayor regulación de los mercados financieros. "Hay un consenso en cuanto a que necesitamos acciones y voluntad de trabajar en conjunto", ha dicho en una rueda de prensa el secretario de Finanzas del Tesoro del Reino Unido, Stephen Timms.

Según Timms, "la economía mundial enfrenta un choque sin precedentes", razón por la cual ha enfatizado en la necesidad de establecer "acciones urgentes" para el sector financiero, apuntado como el responsable de la crisis por "buscar alta rentabilidad sin prestar atención a los riesgos".

Aumentar controles del sistema

La idea de aumentar los controles sobre el sistema financiero fue defendida durante estos días por la mayoría de los países representados en la reunión, pero no se ha formulado ninguna propuesta en ese sentido para llevar a la cumbre de Washington.

"Los países que representan más los intereses del sector financiero serán más resistentes a una fiscalización más estricta", ha manifestado el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega. En una alusión a Estados Unidos, donde comenzaron los problemas financieros que se extendieron luego por el resto del mundo, Mantega ha insistido en que "quien produjo la crisis debería producir instrumentos para solucionarla".

A pesar de que varios países han presentado su visión de la crisis y de cómo debe ser la nueva "arquitectura financiera mundial", con reformas a instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), finalmente no han definido propuestas para presentar a los gobernantes en la cumbre del día 15. "Vamos a desarrollar a lo largo de la semana una agenda de propuestas para llevar a la reunión de Washington", ha señalado Mantega.

Ha agregado que esa reunión de jefes de Estado o de Gobierno del G-20 tendrá el "poder político" para definir una "propuesta ambiciosa" de cambios en la regulación de los mercados y en la reforma de los organismos multilaterales, pero ha aclarado que decisiones en ese sentido pueden tardar "uno, dos o tres meses".

Reforma del FMI

La necesidad de reformar las instituciones multilaterales de crédito, en especial el FMI, ha sido defendida también por la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, quien considera que ese organismo ha estado sumido en el letargo en los últimos años y se ha dejado llevar por tentaciones "imperialistas".

"El FMI ha estado adormecido en los últimos años" y su presencia en muchos aspectos tocantes de la economía mundial "no ha sido necesaria", ha afirmado Lagarde, quien considera que si el organismo pasa por una reforma puede salir fortalecido. Al respecto, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha afirmado que las cosas no están tan mal como parecen.

En un comunicado divulgado al término de la reunión, los miembros del G-20 han insistido en la reforma del FMI y el BM para que reflejen los cambios económicos del mundo y puedan "responder a desafíos futuros", y han coincidido en que las economías emergentes deben tener "mayor voz y representación en esas instituciones para ayudar a enfrentar la crisis", ha concluido el ministro brasileño.