Bautismo internacional Una web para la transición
El ganador de las elecciones se puso en contacto por teléfono con nueve líderes mundiales, entre los que no estaban Zapatero, Medvédev y Berlusconi
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero no estuvo entre los elegidos. El teléfono del presidente español permaneció en silencio mientras otros nueve líderes mundiales recibían la llamada del nuevo mandatario estadounidense, Barack Obama. Tampoco el máximo dirigente ruso, Dmitri Medvédev, ni el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, obtuvieron respuesta directa a su felicitación al afroamericano por su triunfo.
Tal vez es que a Obama no le cundió suficientemente el tiempo en una jornada como para responder a todos los que le dieron sus parabienes, que fueron muchos, y lo hará en los próximos días. Aunque fuentes cercanas al presidente electo de EE. UU también apuntaron a que el ganador de las elecciones no quería crear más polémica y obvió a líderes con los que la Administración Bush no ha estado en muy buena sintonía. Y si bien en el caso del italiano las relaciones con el todavía inquilino de la Casa Blanca han sido siempre estrechas, las declaraciones de Il Cavaliere sobre Obama, al que calificó de «joven, guapo y bronceado» no son desde luego la mejor tarjeta de visita para que se mantengan con el sucesor del mandatario texano.
Lo cierto es que la portavoz, Stephane Cutter, confirmó que Obama conversó por teléfono con los tres grandes de Europa: el primer ministro británico, Gordon Brown; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel. Habló también con el jefe del Gobierno australiano, Kevin Rudd; el canadiense, Stephen Harper; el israelí, Ehud Olmert, y el japonés, Taro Aso, así como con los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Corea del Sur, Lee Myun Back. La mayoría de los aludidos estará presente en la cumbre financiera que se celebrará en Washington el próximo día 15. Y aunque no está previsto que Obama acuda a la cita, todo señala que los contactos mantenidos por teléfono sirvieron de preámbulo para distintas reuniones bilaterales.
A pesar de que Cutter declaró que el objetivo de las llamadas telefónicas era agradecer a los diferentes dirigentes «que le hubieran felicitado (a Obama) por su elección», lo cierto es que con varios de ellos abordó algunos temas candentes, como la crisis financiera y una cooperación estrecha. Además, y como anécdota, en el caso del surcoreano Lee Myun Back, la conversación se mantuvo en el idioma nativo del presidente asiático.
Guerra y crisis económica
Con la alemana Merkel, Obama trató los conflictos internacionales que sacuden al mundo, en especial la guerra de Afganistán, en la que ambos países mantienen tropas de combate, así como la mala coyuntura económica mundial, la protección del medio ambiente y la resolución de la crisis nuclear iraní. Obama también agradeció a la canciller el buen recibimiento que se le dispensó en su visita a Berlín en julio pasado, cuando ofreció un discurso en la emblemática Columna de la Victoria ante 20.000 personas. La presidencia francesa informó, por su parte, de que Sarkozy y Obama hablaron durante treinta minutos, conversación que el mandatario galo calificó como «extremadamente cálida». El comunicado del Elíseo señaló que trataron asuntos internacionales y que acordaron reunirse en «un futuro cercano».
En parecidos términos se expresaron desde Londres. La conversación de diez minutos con Brown fue «muy amigable y positiva». Charlaron sobre la economía mundial, la situación en Irak y Afganistán y el proceso de paz de Medio Próximo. En su contacto con líderes mundiales no podía faltar uno de los mayores aliados de EE UU: Israel. El Gobierno hebreo dijo que Olmert y Obama «coincidieron en la necesidad de seguir avanzando hacia la paz, salvaguardando la seguridad de Israel». Sin embargo, el panorama no es nada halagüeño, ya que las dos partes han admitido que no será posible alcanzar la meta fijada en un año, según se acordó en la cita de Anápolis.
Y en su contacto con el máximo presidente mexicano Obama se comprometió a continuar con el respaldo estadounidense a la lucha de Calderón contra el crimen organizado y el tráfico de drogas. Una declaración difundida por el Gobierno azteca indicó que el presidente electo afirmó que es «consciente de la dificultad de la batalla» y ofreció el «decisivo» respaldo de Washington. Gobierno accesible. Este título aparece al abrir la página web www.change.gov, inaugurada ayer. Es la que ha lanzado el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, para el periodo de transición hasta el 20 de enero, fecha en que relevará a George W. Bush. El portal cuenta con un blog y varias herramientas que buscan la participación ciudadana. «Comparta su historia y sus ideas y ayude a ser parte de un cambio positivo y duradero en este país», añade el sitio www.change.gov.
La página web destaca el tiempo que queda para la toma de posesión y también incluye citas del próximo inquilino de la Casa Blanca, como «hoy empezamos de verdad el trabajo de asegurarnos que el mundo que les dejamos a nuestros niños es un poco mejor que el mundo en el que vivimos». O sobre la labor de los voluntarios y simpatizantes durante la campaña. «Gracias a todos aquellos que desmintieron a los cínicos y que nunca dejaron de creer que el cambio era posible», entre numerosas referencias, muchas de ellas cargadas de simbolismo. Los responsables de la web aseguran que aportan recursos para entender mejor el proceso de transición y que el nuevo Gobierno respetará la lección «esencial» aprendida en la campaña: «Que la gente unida por un fin común puede lograr grandes cosas».
Dividida en cuatro áreas: noticias, agenda, blog y perfiles, Change.gov muestra lo cómodo que se siente el equipo de Obama con las nuevas tecnologías, algo que ya habían demostrado en la larga campaña, en la que consiguió recaudar una cifra millonaria gracias a una plataforma basada en internet y en las redes sociales virtuales.
En la sección de agenda se diseccionan 25 temas de importancia para EE UU, desde la economía hasta la guerra de Irak, pasando por los derechos civiles, la situación de la sanidad, la familia y las cuestiones religiosas, entre otros asuntos.