Se coge antes a un mentiroso...
Los profesionales sanitarios insisten en que fingir una lesión no es nada fácil Las aseguradoras recurren a detectives privados para evitar fraudes
Actualizado:Sacarle dinero al seguro del coche es una de las ideas más recurrentes de la picaresca española y Cádiz no iba a ser menos. De hecho, éste es el ramo más afectado por los intentos de fraude, según se desprende del informe anual de Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA). Sólo en 2006 se detectaron 2.000 casos de fraudes en la provincia, que se sitúa entre las diez primeras en número de estafas.
Pero engañar a las aseguradoras no resulta tan fácil, sobre todo cuando lo que se alega son lesiones a causa de un accidente de tráfico. Los profesionales sanitarios están familiarizados con este tipo de situaciones, que se detectan «en la mayoría de casos gracias a la propia experiencia». Manuel Rodríguez Cabrera, fisioterapeuta de la Clínica Santa María de Cádiz, recalca que la comunicación entre traumatólogos, médicos rehabilitadores y fisioterapeutas es muy fluida y se realizan cada vez más revisiones, con lo que «maquillar una lesión es complicado».
Entre los cuadros más habituales que trata a diario se encuentran rehabilitaciones de fracturas de piernas y el latigazo cervical, que causa dolor intenso en el cuello, con contractura muscular y limitación dolorosa de la movilidad. El tratamiento en estos casos varía, aunque la media es de unos dos meses.
La asistencia sanitaria que ofrecen las aseguradoras se realiza en el sector privado. La Clínica Santa María es una de ellas, aunque el mayor número de los accidentados de la capital suelen derivarse al centro de San Rafael. Rodríguez Cabrera asegura que se le han presentado casos en los que un chico ha entrado con cojera para la rehabilitación y luego lo ha visto cruzar un paso de peatones corriendo. «Cuando se dan este tipo de situaciones se informa rápidamente al especialista».
Pero los simuladores más expertos llegan a burlar a los profesionales, para ello los seguros echan mano de detectives privados que lo verifiquen. «Realizamos trabajos para aseguradoras en la provincia y en toda España», reconoce Ricardo González, de la agencia Aginmer Detectives. La técnica que utilizan es el seguimiento y según asegura el investigador, «le ponen imaginación para disimular una lesión».
La picardía de la capital es similar al del resto de provincia, asegura. González recalca que son las propias aseguradoras las que se ponen en contacto con las agencias de detectives para realizar el seguimiento a un determinado cliente e insiste en que los engaños no se han reducido, sino que se detectan antes.