Condenan a los padres de un menor por no matricularlo y permitir que faltara al colegio

El caso se remonta a marzo de 2004, cuando el instituto de ESO al que asistía el menor remitió el primer parte de faltas a la delegación de Educación. En una primera reunión con los padres se les informó a éstos que podrían incurrir en un posible delito de abandono de familia, comprometiéndose la madre a garantizar la asistencia a clase de su hijo. A pesar de este compromiso verbal, el alumno volvió a faltar durante el mes de abril, por lo que la trabajadora social del Equipo Municipal de Intervención en Absentismo Escolar solicitó la intervención de la asesora jurídica, que citó a la familia de nuevo.

El menor, que también había sido abstentista en grandes periodos durante su etapa de escolarización en educación primaria, fue derivado poco tiempo después a la unidad de intervención familiar de la delegación de Servicios Sociales para ofrecerle atención psicológica y valorar las posibles actuaciones.

En marzo de 2005 se remitió desde el centro escolar un parte de absentismo escolar del menor correspondiente al mes de enero y a continuación en este mismo año, ya curso 2005-2006, el IES volvió a comunicar al equipo de Intervención en Absentismo Escolar que el estudiante no había sido matriculado.

Tras verificarse que el menor no se encontraba escolarizado en ningún otro centro, las autoridades trasladaron el caso a la Policía Local y se denunció el asunto a la Fiscalía; era diciembre de 2005.

Tras el proceso judicial, los padres fueron condenados el pasado mes de octubre. Esta es la sexta sentencia sobre los progenitores en materia de absentismo escolar que ha sido dictada en el último año y medio sobre casos registrados en Chiclana.