CLAVO ARDIENDO. Los futbolistas azulinos dieron ayer una rueda de prensa con un aspecto bastante sombrío. / ÓSCAR CHAMORRO
SEGUNDA DIVISIÓN B SAN FERNANDO

Delfín Cañas no cumple y los jugadores se dan de plazo hasta el viernes para actuar

Iriondo se desmarca de plantilla porque está seguro de que no cobrarán la deuda

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El marcador del estadio de Bahía Sur aún refleja en 2-2 logrado con el Roquetas el pasado domingo. Inamovible y parado, como la situación de la plantilla isleña, que ayer amagó con explotar. El aguante de los futbolistas azulinos es admirable, sólo comprensible por las penurias que cada uno padecerá en casa tras pasarse la mayor parte de la temporada pasada sin cobrar y no vislumbrar una solución en el horizonte cercano.

Los pagarés en los habían depositado su confianza están a punto de convertirse en humo y ya sólo les queda agarrarse a un clavo ardiendo: la palabra del anterior propietario Delfín Cañas. «Hemos conversado con diferentes partes y nos han dado una solución, pero no será antes del viernes, que es cuando se conocerá nuestro futuro», explicó resignado Canito, portavoz y capitán de la plantilla, flanqueado por el resto de sus compañeros.

En otro extremo, se situó Antonio Iriondo. El técnico, que se ha mantenido fiel al vestuario en todas las medidas tomadas con el fin de cobrar, dejó claro ayer que se a partir de ahora irá por libre, que no quiere volver a confiar en Delfín Cañas. «Estoy con los jugadores, pero me desmarcó de ellos porque no creo que vaya a pagar a nadie. Ahora, está engañando a todos menos a mí. En verano me quedé porque me sentí partícipe de un engaño que se le hizo a los jugadores para que quedaran campeones y no podía dejarlos. Si Delfín Cañas llega, paga a todos los jugadores y quiere que me vaya me iré sin problemas. Intentaré cobrar por otros medios», afirmó.

La plantilla aprovechó la oportunidad para pedir calma a la afición, muy nerviosa por lo qué podría pasar con el equipo en las próximas semanas si no se llega a un acuerdo con la plantilla azulina, y pospusó cualquier decisión para el viernes. En caso de no haber una salida positiva a la situación, Canito no descartó ninguna medida (salida de jugadores, encierros...) por parte de la plantilla. «Tendríamos un grave problema de viabilidad», resumió crípticamente.