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Cartas

'Caso Mariluz'

A vueltas con el mal llamado caso Mariluz, la triste víctima de todo este sinsentido en que ha derivado, y en el que todos y nadie tienen razón pero todos y nadie son responsables, como casi siempre. El hecho es que una sentencia no ejecutada de ingreso en prisión mantuvo en libertad a un condenado por abuso a menores, que supuestamente (el caso está en los tribunales todavía) reincidió en sus actividades delictivas y provocó la muerte de la pequeña Mari Luz.

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Ni el Gobierno adaptó a tiempo la organización de la justicia, ni la Junta de Andalucía suministró los medios y recursos necesarios, ni la secretaria judicial dispuso la ejecución de la sentencia, ni el juez comprobó que se ejecutaba. Al final todo se alía para que Murphy gane y Mari Luz pierda.

Esa es la triste realidad. Luego viene la búsqueda de culpables y las diferentes varas de medir, bajo la presión social y mediática, donde todos se tiran los trastos a la cabeza acusándose mutuamente sin reconocer los propios errores, al menos en público.

Si al menos ahora fuéramos capaces de analizar seriamente lo que ha pasado e impulsáramos las medidas de fondo necesarias (y no meros parches para salir del paso), algo habríamos ganado, aunque eso a Mari Luz ya no le sirva. Quiero creer que así se está haciendo.

Al hilo de todo esto, una reflexión: ¿es bueno ese «troceo» de la justicia?, ¿es más eficaz así?, ¿es realmente aproximar la justicia al ciudadano?, ¿no sería mejor si todas las responsabilidades que atañen al caso hubieran estado bajo un mismo organismo o autoridad?

Así, tendríamos un único y general responsable a quien pedirle cuentas y habría una única vara de medir para graduar y aplicar los diferentes correctivos que se derivaran de lo sucedido.

A. Fernando. San Fernando