AFLUENCIA. Votantes hacen cola en el colegio instalado en la biblioteca Luther King de Washington. / AFP
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El disputado voto del señor Tillotson

Dos pueblos de New Hampshire volvieron a cumplir su tradición al adelantar el proceso a la media noche del lunes

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La urna instalada en la única taberna de Dixville Notch no abrió hasta medianoche. Pero Neil Tillotson llevaba aferrado a la barra y a su cerveza, mejor dicho, a sus cervezas, desde las nueve. La verdad es que lo hace así todos los días, pero el pasado era un lunes distinto a los del resto del año. Ese día, más concretamente esa noche, era especial para él y para la pequeña aldea rural de New Hampshire.

Cada medianoche del 3 de noviembre y algunos minutos de la madrugada del 4 de los años electorales Dixville Notch puede ser localizado en el mapa de Estados Unidos. Esta pequeña localidad tiene punto propio en la cartografía norteamericana desde 1960, cuando el entonces alcalde, por cierto padre de Neil Tillotson, y un reportero del periódico comarcal se pusieron a pensar algo que sacara al pueblo del anonimato.

La idea surgió en la taberna, como casi todas las que nacen en ese diminuto paraje agrete en medio de una nada cercana a la frontera con Canadá.

«¿Por qué no ser los primeros en ofrecer al país los resultados de las presidenciales?». Dicho y hecho. Desde entonces Dixville Notch inaugura el proceso electoral en Estados Unidos.

Es la primera circunscripción en abrir su urna y la primera en cerrarla. No le es difícil gracias a su censo liliputiense. Además, sólo 21 de sus 75 habitantes decidieron esta vez ejercer su derecho a elegir quién residirá en la Casa Blanca durante los próximos cuatro años.

Dixville Notch volvió a cumplir una de las tradiciones inamovibles del proceso electoral del país de las barras y estrellas. Neil Tillotson también fue fiel a la suya y, como en los últimos cuarenta años -o al menos eso cree recordar-, fue el primero en introducir su papeleta. Neil cumplió con su derecho ciudadano rodeado de los medios de comunicación nacionales y extranjeros que se desplazaron en masa al pueblo para recoger en versión digital la caída de la primera papeleta.

Estrella catódica

Era el disputado voto del señor Tillotson. El paisano si fuera de la sierra burgalesa se hubiera llamado Cayo y protagonizado una novela de Miguel Delibes y una película de Antonio Giménez Rico. Pero como es casi canadiense se tuvo que conformar con ser captado por las cámaras de CNN, CBS, ABC y otro sin fin de siglas televisivas norteamericanas.

Esta estrella catódica cuatrianual hizo a todos los informadores la misma declaración. «Puedo presumir que, con la excepción de Richard Nixon, he saludado a todos los últimos presidentes cuando aún sólo eran simples candidatos». Tras Tillotson votó su prima Magred, el vecino Fred, el sheriff Sam y la peluquera Sally. Porque en Dixville Notch todos se conocen, todos se llaman por su nombre. El proceso culminó rápido por la habilidad de Nancy, Carolyn y Karen, que integraron la mesa y apenas tardaron cinco minutos en escrutar los votos.

Había que se muy rápido porque en 1996 a Dixville Notch le salió un rival en cuestiones de celeridad electoral. La cercana Hart's Location, también en New Hampshire, asimismo adelanta la apertura de su urna solitaria. Lo tienen más fácil porque son menos vecinos y, por tanto, menos votantes. El lunes fueron sólo diecisiete. Aún no se sabe quién venció en este duelo local para 'desurnar'.

A mano, por supuesto, porque en estos inhóspitos condados de del extremo noroeste del país son devotos de lo pragmático. Ni papeletas mariposa, ni palancas perforadoras, ni insaculaciones de bolas... Por supuesto mucho menos máquinas automáticas.

Por cierto, tanto en Dixville Notch como en Hart's Location ganó Obama. Hasta ahora sus habitantes eran fervientes republicanos y habían apoyado ininterrumpidamente a los candidatos del Partido del Elefante desde 1972. Ayer no. Tillotson sí lo hizo. Pero sólo compartieron su fidelidad seis de sus vecinos y diez de los del otro municipio madrugador. El aspirante demócrata se llevó quince y diecisiete votos, respectivamente.