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El escritor sanluqueño, Félix Palma. / EFE
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Félix Palma plantea "una indagación poética" de los viajes en el tiempo en su obra premiada por el Ateneo de Sevilla

LA VOZ
| SEVILLAActualizado:

El escritor Félix Palma (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, 1968) plantea en su última obra "una indagación poética sobre la naturaleza del tiempo" mediante tres historias "paralelas aunque interconectadas" que se desarrollan en el Londres del siglo XIX, en concreto en 1896, justo un año después de que H.G. Wells publicara la revolucionaria 'La máquina del tiempo'.

En una entrevista concedida a Europa Press, el autor de 'El mapa del tiempo', galardonada con el Ateneo de Novela de Sevilla, explicó que la misma tiene su origen en la relectura que realizó hace dos años de la obra del autor inglés. "La leí de niño y entonces me sentí fascinado por esa historia, aunque cuando volví a ella me gustó pero no tanto, y entonces me pregunté por qué", comentó el autor, quien añadió que "la fascinación" que le creó en su niñez obedecía a que entonces creía en la posibilidad de que esos viajes fueran posibles.

En 'El Mapa del tiempo', Palma relata cómo varios personajes, protagonistas de tres historias "con varios puntos en común", se relacionan con una empresa que oferta viajes en el tiempo en el Londres victoriano. Así, mientras que uno de ellos, Claire Haggerty, se enamora de un hombre del año 2000, otro viaja al pasado para evitar que su prometida sea asesinada por Jack el destripador, según explicó el autor, añadiendo que la novela es "una indagación poética sobre el tiempo, que es la sustancia que nos contiene".

Palma recordó que H. G. Wells publicó su obra en 1895, en el Londres victoriano, una época de "espectaculares" avances en el campo científico que llegaron a hacerle pensar al ciudadano que "todo era posible", incluso la fabricación de una máquina del tiempo que en el caso de Palma tomó cuerpo para la novela, según explicó, en forma de "un tranvía temporal y a vapor de estética victoriana" que permitiera, por ejemplo, viajar al año 2000, lo que hace precisamente uno de los personajes de las tres historias que tejen la novela.

"No sólo tenía que documentarme sobre la época victoriana más allá de los datos que conocemos todos, sino que además tenía que pensar como un inglés del siglo XIX", según relató el autor, quien admitió que fue ésta una de las principales dificultades que abordó en la realización de la obra. Por eso, dijo que se planteó en su momento si sería capaz de "llegar a sentir y experimentar" las cosas como lo podría haber hecho un ciudadano del Londres victoriano.

Confesó que asumió el reto porque le pareció "interesante" y explicó que documentándose descubrió después que se trataba de una época "muy literaria y fascinante" para los escritores, no sólo por las peculiaridades del citado periodo --su puritanismo o los avances científicos--, sino porque, según recordó, estaba llena de personajes "reales y muy atractivos" como Jack 'El destripador'.

Respecto al interés que sigue generando en la literatura actual esa posibilidad de viajar en el tiempo que se planteó con la obra de H. G. Wells en 1895, Palma destacó que fue el escritor británico quien inauguró este subgénero de la ciencia-ficción, ya que si antes se había escrito también sobre viajes en el tiempo, Wells fue "el primero" que se apoyó en la ciencia para llevarlos a efecto. "Fue un autor visionario, no sólo por esta obra, sino también por 'La Guerra de los Mundos', en la que se planteó por primera vez una invasión a la Tierra por parte de los alienígenas y no al revés", indicó Palma.

DOCUMENTACION CIENTIFICA Y ARTISTICA

En este sentido, apuntó que desde entonces "no hay autor de ciencia-ficción que se precie que no haya escrito alguna vez sobre los viajes temporales". De hecho, Palma lo hace con esta novela galardonada por el Ateneo de Sevilla, una obra para cuya realización leyó "mucho" y se documentó "tanto de manera científica como de manera artística, visionando todas las películas sobre los viajes temporales y resumiendo toda la temática existente".

"Como lector este tema me parece fascinante, pero es como autor me lo parece doblemente no sólo ya por el contraste de un hombre de una época insertado en otra, sino por cuestiones filosóficas", según resaltó Palma, quien apostó por considerar al tiempo como "un río que fluye y que ya está ahí para poder plantear la posibilidad del viaje a un tiempo --el futuro-- que en teoría aún no existe". "¿Qué pasaría si cambiásemos cualquier cosa del pasado?", se cuestionó el autor nacido en Sanlúcar de Barrameda, quien sigue considerando esta idea "vigente y actual".

En cuanto a la estructura, consideró que es "original y curiosa" y explicó que la trama la componen tres historias que se cuentan por separado pero que tienen "flecos suficientes para que estén interconectadas, formando un todo mayor que es la novela en sí". Con todo, destacó que no está contada de manera lineal porque, de hecho, según precisó, lo primero que dice el narrador es que la novela no comienza por su inicio "por la sencilla razón de que hay historias que no pueden comenzarse desde el principio".

Uno de los personajes que aparece en la novela es el mismo Wells, al que Palma intentó retratar "de la forma más humana posible". Sobre su figura comentó el autor que estuvo en las dos guerras mundiales, que fue un gran defensor de los Derechos Humanos, perteneció a la Sociedad Fabiana y estuvo incluido en la lista negra de los servicios secretos alemanes. No obstante, como la novela se sitúa en el año posterior a la publicación de 'La máquina del tiempo', el Wells que refleja es un treintañero y defensor a ultranza de la literatura de ficción, con el que le resultó "muy fácil" identificarse.