El Atlético, ante la magia de Anfield y el reencuentro con su 'Niño'

Atlético de Madrid y Liverpool son dos equipos con una idiosincrasia muy particular. Sus aficiones están consideradas de las mejores, entre otras cosas, por mantener el apoyo y aliento a sus jugadores durante años de sequía de títulos. La simbiosis comenzó con el desembarco de futbolistas españoles al club inglés y se completó con la llegada de Torres. Cuando en agosto el sorteo deparó este emparejamiento todas las miradas se fijaron en El Niño. El reencuentro soñado y esperado para cualquier rojiblanco se iba a producir: enfrentarse ante quien fue su buque insignia durante siete temporadas en la máxima competición europea.

Sin embargo, la leyenda de pupas que persigue al club se repitió. En la semana previa al partido que se disputaría en el feudo colchonero la UEFA ordenó la clausura del Calderón durante dos partidos. Torres no pudo reprimir su tremenda desilusión por no poder pisar la que fuera su casa tanto tiempo. La suspensión cautelar no trajo la felicidad completa, pues el ariete fue baja por lesión. Ahora, ambos equipos son conscientes de la trascendencia del encuentro.

El vencedor obtendrá la clasificación para los octavos de final si el PSV pierde en Marsella. Por eso no quieren reservar nada. Según el técnico de los Reds, Rafa Benítez, el delantero español tiene un 70 % de posibilidades de jugar: «Ojalá esté listo. Si no puede estar con el equipo titular, comenzará en el banquillo».

El Atlético llega al bálsamo que supone este año la Liga de Campeones, donde ha cosechado grandes triunfos y se mantiene invicto. Y lo hace después del respiro que supuso la victoria ante el Mallorca. Javier Aguirre cumple su primer partido de sanción.