SEGUIDORES. Jóvenes apoyan a Obama en un acto celebrado en el estadio de Springfield. / AFP
MUNDO

Una oración para Obama

La Iglesia de Chicago, donde rezó el demócrata durante casi dos décadas, busca en la Biblia el mensaje final para auparlo en las urnas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Apenas son las 7 de la mañana de un «domingo glorioso», se oye en la liturgia, pero la confluencia de la calle 95 con la avenida Eggleston es ya un hervidero de vecinos engalanados que confluyen en la Iglesia de Trinity Church, donde hasta hace pocos meses Barack Obama se hincaba de rodillas.

La ley de exención fiscal impide nombrar a un candidato desde el púlpito, pero cuando el reverendo Otis Moss, sucesor del polémico Jeremiah Wright, les recuerda que ha llegado la hora de votar, los feligreses de Trinity no necesitan más: «Una palabra», les dice por toda pista, y automáticamente el público corea a media voz «¿Obama!».

Moss les ha instado a abrir el folleto con la liturgia semanal y los salmos por la página 21, donde ha insertado una página a todo color: «Vote 2008, Election Day: November 4», dice el sutil anuncio con las tonalidades de la campaña demócrata.

«Votad por el cambio y la esperanza», les guiña el pastor, que trae incluso dos entradas de teatro para premiar a la pareja que lleve junta más de 50 años y ya haya ejercido por adelantado el derecho al voto por el que sus antepasados «fueron arrojados de sus tierras, golpeados a palos, mordidos por perros de ataque, quemados en autobuses, encarcelados y asesinados», les recuerda. «No os olvidéis de que este país se basó en el principio de que los africanoamericanos eran sólo 3/5 de un hombre, y que sólo los propietarios blancos podían votar». Su sermón recuerda siglo y medio de humillaciones y fraudes. La pregunta tácita flota en el aire: ¿Dónde lo intentarán esta vez?

Más de cien voces de las que ponen los vellos de punta apoyan sus esfuerzos desde el coro, animados por las palmas de unas 600 personas que bailan y se abrazan a cada oportunidad. La liturgia se titula «Votamos en el espíritu del recuerdo, la responsabilidad y el reclamo», y el profeta Isaías es el que le da la oportunidad de hablar de este innombrable mesías. «Haz sonar las trompetas en Israel y dile a la gente que algún día habrá un Rey que gobierne con integridad y líderes nacionales que gobiernen con justicia. Sus ojos y sus oídos estarán abiertos a las necesidades del pueblo» .

Es el trabajo social de esta Iglesia, comprometida con causas como acabar con la tortura en el mundo, proteger los derechos humanos o defender la justicia de género, lo que atrajo a Obama, pero también su influencia en la comunidad que le lanzó a la política.

Trinity Church se fundó en los sesenta durante la lucha por los derechos civiles y a la sombra del nacionalismo negro islámico de Malcom X, que proclamó la incompatibilidad de los negros cristianos. De ahí el eslogan de esta iglesia que ha navegado entre la Teología de la Liberación Negra y la Biblia de los europeos que los esclavizaron: «Unashamedly Black and Unapologetically Christian» (Ni tenemos vergüenza de ser negros ni pedimos disculpas por ser cristianos).

La identidad del candidato

En este púlpito se bautizó Obama a principios de los noventa, elevado por esas voces de gospel que a veces le arrancaban lágrimas de emoción y le devolvían la paz, como ha confesado. El muchacho de color criado por mujeres blancas entre agnósticos y budistas acabó encontrando en estos bancos de terciopelo rojo la identidad que tanto buscaba. Pese a ello, una encuesta de Newsweek revela que todavía el 12% de los votantes le cree musulmán, y más del 25% afirma que se educó como tal.

Un tercio de los entrevistados dicen que la amistad del demócrata con el reverendo Wright les impide votar por el democrata, pero sin ella Obama no hubiera llegado a donde está. Él mismo ha admitido que durante su campaña al Senado vistaba cada domingo «dos o tres iglesias», y fue su forma «más efectiva» de obtener votos.

Ayer, el domingo más importante de su carrera política, no hubo iglesias ni salmos. Esas almas ya están ganadas. Pero el miércoles, si fallan las encuestas o el escrutinio de los votos, Obama puede necesitar el consuelo de sus hermanos, que se han citado en Trinity para llorar o celebrar juntos