OPONENTES. Mariano Rajoy, junto a Soraya Sáenz de Santamaría frente a Miguel Sanz, la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina; Alberto Catalán y Santiago Cervera. / EFE
ESPAÑA

El PP se marca las elecciones europeas para propinar la primera derrota a UPN

El divorcio en Navarra obliga al partido de Rajoy a partir de cero mientras el de Sanz se queda con todo el patrimonio

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Las elecciones europeas de junio marcan el primer horizonte de éxito que se ha impuesto el PP en su nueva estrategia de refundación en Navarra. Al partido de Mariano Rajoy le bastará con situar en su candidatura al Parlamento Europeo a un miembro de su nueva organización en la Comunidad Foral para propinar la primera derrota a UPN. Antes de esa confrontación electoral, la dirección nacional del PP se propone celebrar el congreso constituyente de la organización navarra y descarta la posibilidad de repetir el pacto con el partido de Miguel Sanz.

Una sede virtual y un militante, Jaime Ignacio del Burgo, es todo el capital con el que contaba el PP en Navarra la semana pasada, después de la ruptura de su coalición con UPN, que se quedó con todo el patrimonio común que ambos partidos construyeron en los últimos 17 años. La formación política de Mariano Rajoy partió de cero pero confía en contar en los tres próximos días con unos 50 militantes, una voz política y una comisión gestora en esa autonomía. En una semana, espera disponer de un local en alquiler que empezó a buscar el pasado jueves un funcionario desplazado desde las oficinas de la calle Génova a Pamplona.

Se busca afiliación entre la gente joven, que rechaza la visión localista y «de la boina navarrista», pero también en las filas de políticos más experimentados que se han situado al margen de los circuitos de poder controlados por Miguel Sanz y defienden una visión más «españolista» de la vida en la comunidad foral. Del Burgo será «pieza clave» en la nueva estructura, según afirman en el equipo de Organización popular, aunque la reconstrucción se está diseñando al margen de sus gestiones.

Los encargados de refundar el PP navarro constatan que UPN dispone de una red organizativa muy asentada en todo el territorio pero aseguran que existe una base electoral -en el centro derecha urbano-, instalada en localidades como Pamplona, Estella y Tudela, que puede garantizar el éxito de la operación que intenta Rajoy. No esconden que la tarea será dura porque casi dos décadas de ausencia han dejado al PP fuera de juego en esta autonomía.

«Ellos se han quedado con los gananciales y nosotros estamos en la calle y con las maletas», dicen desde la sede de la calle Génova tras la consumación del divorcio con UPN. Reconocen que la ignorancia de la actual dirección nacional del partido sobre Navarra es consecuencia de haber dejado en manos de la organización foralista toda la política local y autonómica durante años, pero están seguros de que podrán coronar la refundación convirtiendo al PP en fuerza hegemónica del centro derecha, arrebatando así este espacio electoral a UPN

Reedición imposible

Un destacado miembro de la dirección nacional está convencido de que el congreso constituyente se celebrará antes de las elecciones europeas y asegura que el PP colocará en el Parlamento de Estrasburgo a un navarro, al tiempo que considera imposible que Sanz logre un solo escaño. Por el momento, este dirigente descarta la posibilidad de repetir coalición con UPN para esa convocatoria electoral aunque contempla tal posibilidad en el futuro.

Si el PP desea intentar una nueva alianza con el partido foralista después de las elecciones europeas -sobre todo si Yolanda Barcina se hace con la dirección de UPN en el congreso de primavera-, rechaza de plano la reedición del acuerdo suscrito en 1991, que se quebró por la indisciplina de voto de un parlamentario navarro en el debate presupuestario en el Congreso.

«El PP no va a volver a desaparecer de Navarra», asegura esta fuente de la dirección popular que contempla una posible coalición con UPN siempre sobre criterios distintos «u otro tipo de acuerdos». «Reeditar un pacto como el del 91 es imposible -añade este portavoz-. A nosotros no nos interesa porque en ese tipo de acuerdo todas las ventajas eran para UPN mientras al PP sólo le quedaba la decisión sobre los votos en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo». Y, precisamente, la coalición empezó a romperse cuando Sanz exigió libertad para decidir también el sentido de las votaciones de sus parlamentarios.

Mariano Rajoy conocía las intenciones del presidente navarro desde que la dirección popular se desplazó a Pamplona el 9 de septiembre para una reunión con UPN de la comisión de seguimiento del pacto. Apenas dos días antes, Sanz se había declarado partidario de apoyar los Presupuestos de José Luis Rodríguez Zapatero, planteamiento que repite en el tenso encuentro con la cúpula del PP donde también reivindica autonomía total para decidir las votaciones en el Congreso, Senado y Parlamento Europeo.

«En ese momento supimos que la coalición se rompía», explica un colaborador de Rajoy quien asegura que la estrategia de la dirección popular diseñada por su presidente consistió en aguantar todo lo posible para «cargarse de razón». El líder del partido opositor estaba convencido de que el presidente navarro quería mantener el pacto pero a «base de la humillación del PP», convencido de que la nueva dirección aguantaría sin atreverse a quebrar una alianza de tantos años.

Candidatura

Por otro lado, la alcaldesa de Pamplona y vicepresidenta de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Yolanda Barcina, desveló ayer que se presentará como candidata a sustituir al actual presidente del partido, Miguel Sanz, en el congreso que se celebrará el próximo año. Barcina, que deshojaba la margarita desde hace meses, descubrió sus cartas en una entrevista publicada ayer en el Diario de Navarra.