Los concesionarios piden al Gobierno una rebaja de mil euros en los impuestos que gravan los coches
Las ventas de turismos han caído un 27% durante los primeros nueve meses del año en toda la provincia El descalabro de Cádiz en el sector del automóvil es cinco puntos porcentuales peor que el de la media nacional
Actualizado:El coche ha pasado en las últimas tres décadas de ser un artículo de lujo a convertirse no sólo en necesario, sino en un bien imprescindible dentro de cada hogar. Hasta tal punto que en prácticamente toda Andalucía -con las únicas excepciones de Málaga y Almería- hay más de un coche por cada conductor censado por la Dirección General de Tráfico (DGT). Es tanta la importancia que ha adquirido el sector de la automoción que la venta de turismos se ha convertido en un indicador de cómo va la economía.
Y la salida de coches nuevos de los concesionarios está en pleno retroceso en la actualidad. Cada mes se observa un nuevo descenso en el número de matriculaciones que se realizan en la provincia. La crisis. Si los usuarios cambiaban de coche cada cierto tiempo en los años de la opulencia del ladrillo, llegados estos tiempos de desplome financiero internacional, el conductor se conforma con el vehículo que tiene en casa y desiste de renovarlo. Los números no engañan.
A lo largo de los primeros nueve meses del año, la venta de turismos en la provincia se ha reducido en un 26,9%. De cada cuatro coches que se vendían hace un año, hoy se queda uno en el concesionario. Este descenso se ha acusado en Cádiz de forma especial. En el conjunto de España se ha experimentado un descenso de ventas del 21,9%. Dicho de otro modo, la caída en la provincia gaditana está cinco puntos porcentuales por encima del conjunto del país.
El Ministerio de Industria puso en marcha en junio el Plan Vive, un programa totalmente vinculado con la financiación de los coches y que pretendía relanzar las ventas de vehículos durante las vacas flacas. Estas medidas fueron criticadas con dureza desde el sector de la automoción, que desconfiaba de la eficacia de este plan. El tiempo les ha dado la razón. Desde la entrada en vigor de este programa hace ya cuatro meses, apenas 50 compradores de toda España se han acogido a los beneficios de este plan; en Cádiz, ninguno, según informó el presidente de la asociación de concesionarios de la provincia y el país -Acoauto y Faconauto, respectivamente-, Antonio Romero-Haupold.
«El Vive nació muerto»
Este portavoz del sector aseguró que «el Plan Vive nació muerto». La previsión de la Administración central con el lanzamiento de este programa contemplaba que con él se conseguirían retirar 240.000 turismos en dos años; estas cifras hubieran requerido un ritmo de aplicación de 10.000 coches mensuales. Los resultados de los primeros cuatro meses han dado un saldo de 39.950 vehículos por debajo de la previsión inicial.
El ministro Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, reconoció el pasado miércoles en el Congreso durante la sesión de control al Gobierno que este plan destinado a renovar el parque automovilístico y animar las ventas en tiempos de crisis no ha funcionado como esperaba la Administración. Sebastián anunció que su departamento ya tiene en estudio una reforma de este programa para mejorar su eficacia. A este respecto, una representación de los empresarios de concesionarios se reunió el jueves con el ministro y le hizo entrega de una batería de medidas que consideran que deberán incluirse en la revisión del nuevo Plan Vive.
La propuesta del sector incluye una reducción impositiva que estaría en la horquilla que ronda entre los 900 y los 1.000 euros y que, por tanto redundaría en una rebaja del precio final del vehículo. Romero-Haupold aseguró que con esta acción se reactivaría la venta de turismos en torno a un 10%. De esta forma, el dinero que dejaría de ingresar el Estado sería de 400 a 500 millones de euros. No obstante, por el aumento de las ventas las arcas públicas recibirían unos 740 millones de euros en concepto de IVA e impuesto de matriculación. «Aún con la rebaja de 1.000 euros en los impuestos el erario ingresaría entre 340 y 240 millones de euros», señaló el presidente de los concesionarios. El portavoz de Faconauto lo explicó así: «Cada coche tiene una carga fiscal de unos 4.000 euros y con esta medida pasarían a ser 3.000 euros, lo que lo convierte en una ayuda directa y no en una financiación», que es lo que el Plan Vive vigente es en realidad.
La venta de vehículos proporciona empleo en la provincia a unos 2.000 gaditanos. Las previsiones de la patronal antes de la llegada de la actual coyuntura económica era de duplicar estos puestos en seis años. Sin embargo, con esta «crisis brutal» -como la calificó Romero-Haupold- este crecimiento en el plano laboral se ha detenido. Y no sólo eso, sino que tienen previsión de que en los próximos meses se destruya empleo en el sector. De los 170.000 trabajadores con los que cuenta la industria de la venta de vehículos en toda España, la patronal de los concesionarios estima que antes de verano se hayan destruido unos 20.000 de estos empleos. No obstante, no existen datos sobre en qué medida puedan afectar a los empleados gaditanos este recorte de plantilla.
Otro de los problemas con los que se enfrentan estas empresas es la imposición de los fabricantes de que les compren el doble de coches de los que son capaces de vender de forma real, lo que les obliga a almacenarlos, con los consiguientes costes e intereses que supone tener estos vehículos en almacén.
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