Los G y los otros g
Desde su majestuoso trono Olímpico, Zeus Bush, que casi todo lo puede, ha mandado a llamar a todos los dioses olímpicos en Asamblea -G-8 y G-20, este último con categoría divina pero no olímpica- a Zapatero por «desobediente y soberbio». Lo ha fulminado con su poderoso rayo y el pobre divaga de un sitio a otro resentido y dolorido, pues no ha sido invitado a la mesa de los comensales divinos y tendrá que mendigar como Penia en el banquete de los ilustres mandatarios, pero qué importa, será por G. Estas son como los coches las hay de todas las marcas y aunque no tenga categoría divina talvez llegue a la de héroe, y no lo digo por sus hazañas sino más bien por su resignación.
Actualizado: GuardarEstá claro que en esta cumbre del G8-G20 su objetivo es la renovación del capitalismo salvaje a un capitalismo más reflexivo cuyo principal socio es el propio Estado. En esta cumbre, como es natural, a lo que se viene es hablar de macro economía y no de pobreza, para esta habrá otra cumbre no divina sino terrenal en el ágora de las lamentaciones.
En la primera se debatirá cómo se reparten la tarta de los euros y los dólares, en la segunda a lo más que se llegará es a un reparto racional de arroz o de trigo al igual que de agua.
Una vez más el capitalismo, en este caso reflexivo, no cuenta con los más pobres en sus proyectos de ideas económicas y mercado y mucho me temo que todo seguirá igual, eso sí, tendremos más voluntariado, más misioneros más, ONGs. En definitiva, más pobres y gente de buena voluntad para calmar las soberbia y el egoísmo de estos despilfarradores que hipócritamente se sienten solidarios.
Manuel Jesús Redruello Míguez. San Fernando