Puertas calientes
A veces, no sólo la realidad, sino hasta el absurdo supera la ficción. Recuerdo allá por marzo, cuando las elecciones, que apareció una pintada: «Zapatero no existe, son los padres». Aunque igual realidad y absurdo son medidas que cambian con la perspectiva del tiempo. Pongo por caso, puede que quienes se deshicieron de ello no entiendan que por un horno (y creo que no es microondas) un jarrón y un collar que tiraron hace dos mil seiscientos años nos pongamos hoy tan contentos (fíjate cuando en el año cinco mil encuentren la lavadora que tiró mi cuñao cuando estaban haciendo el Cortinglés...)
Actualizado:También el tiempo hace ficción la realidad, como 300, aunque nos dio la posibilidad de atisbar la lucha del hombre por nuestro presente, la democracia contra la barbarie. Leónidas con sus 300 espartanos le dio una lección a Jerjes con sus 250.000 soldados... Ganó la barbarie («Tomad un buen desayuno que hoy cenaremos en el Hades», dijo Leónidas a los suyos). También puede que en un futuro veamos nuestra realidad un absurdo, pero no por eso hay desaliento en lo de dar lecciones... si fueron 300 en la Batalla de las Termópilas (Puertas Calientes), en la de las 36 Puertas Calientes de Procasa ya son 6141 valientes en defensa de la democracia y el desarrollo constitucional: «Vivienda para vivir» (joe, ya suena a espartano...). Ganarán 36... podían sortear también el horno y el jarrón, a alguno le vendrá bien («Desayunad lo que podáis que el que tenga que meterse en una hipoteca veremos a ver qué carajo cena», diría Leónidas al resto).
En fin, esta de las Puertas Calientes no es una historia tan importante ni que vaya a salvar tantos sistemas como la del G-20, pero bueno, si han entregao ya el Acta de Defunción de Franco, podían ir pidiendo la Fe de Nacimiento de Zapatero, vaya a ser que exista... (hombre, por invitarlo al G-De aquí).