Barack Obama. / AP
MUNDO

El icono reconciliador

La cortesía diplomática obliga a los gobiernos a guardar silencio sobre sus preferencias políticas cuando otros países acuden a las urnas, como es el caso ahora de Estados Unidos. Alemania no es una excepción a la regla y aunque la población germana no esconde sus preferencias por Barack Obama (un 70% votaría por él), el Gobierno germano guarda un interesado silencio oficial. La crucial elección estadounidense no deja indiferente a nadie y provoca la división entre el Ministerio de Asuntos Exteriores, que no oculta sus simpatías por el candidato afroamericano, y la cancillería, que impidió que el senador de Illinois pronunciara su famoso discurso en Berlín en la puerta de Brandeburgo, para no ofender a su amigo, el presidente George W. Bush.

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El departamento que dirige la diplomacia alemana apostó por Obama en febrero de este año, cuando publicó en su página web una breve entrevista concedida por Karsten Voigt, el encargado de las relaciones transatlánticas. «Alemania es sin duda un 'Obama-Land (país de Obama)», dijo el diplomático, al constatar las preferencias que existen en el país. «Los alemanes suspiran por una América con la cual pueden volver a identificarse. Por eso muchos ven en Obama una mezcla entre Kennedy y Martin Luther King Jr.», añadió. Es cierto. Desde que se inició la campaña electoral, Alemania fue víctima de un serio caso de 'obamamanía', que alcanzó su momento más excitante cuando el candidato demócrata visitó Berlín, el 24 de julio pasado. Más de 200.000 personas acudieron a la milla del aficionado para ver, escuchar y aplaudir al aspirante a la Casa Blanca, un despliegue de masas que jamás un político germano ha logrado movilizar.

Desde entonces, Obama goza del raro privilegio de contar con las simpatías de la prensa alemana, que ya le ha bautizado como el 'nuevo Kennedy'. El periódico 'Frankfurter Rundschau' fue un poco más lejos y colocó al senador afroamericano a la misma altura que Abraham Lincoln. «Es el nuevo mesías de América», sentencia la revista 'Der Spiegel', una de las más influyentes del país.

La popularidad de Obama en Alemania es contagiosa y su onda expansiva llega hasta al partido de la canciller Angela Merkel. Una reciente encuesta publicada por el conservador 'Frankfurter Allgemeine Sonntagzeitung' revela que un 57% de los militantes de la CDU apoyan al 'Kennedy negro' y sólo un 7% a John McCain, un resultado sorprendente para un partido que siempre estuvo al lado de los republicanos.