'Joe, el fontanero' hace un comentario a Meghan McCain, hija del candidato republicano, durante un mitin en Ohio el pasado jueves. / AFP
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Guerra sin cuartel por Florida

Los dos candidatos a la presidencia echan el resto en el estado que aporta 27 votos electorales

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Pese a quien le pese, y aunque muchos hagan cálculos sin tener en cuenta este estado, Florida es un baluarte esencial de cara a la batalla electoral definitiva del próximo martes. Los sondeos muestran una lucha reñida hasta el final o con una ligera ventaja del senador demócrata por Illinois en la carrera por echarse al zurrón el estado que decidió la elección de 2000 tras un disputado y algo turbio recuento.

De hecho, Obama llevó a cabo el jueves su primera aparición de campaña junto al ex presidente Bill Clinton ante 30.000 partidarios precisamente en Florida, durante un mitin nocturno celebrado en Kissimmee. Sin duda un importante evento, dado el cariño que los residentes de dicho estado guardan por el antiguo inquilino de la Casa Blanca. «Barack Obama representa el futuro de EE UU, y tienen que estar allí para él el próximo martes», dijo Clinton, con el afroamericano a su lado.

Además, hay que tener presente que el senador por Illinois invirtió más de cuatro millones de dólares (más de tres millones de euros) en comprar treinta minutos de tiempo televisivo para convencer a los estadounidenses que voten por él. Obama coronó el anuncio, difundido en la franja de mayor audiencia, con una retransmisión en vivo desde Sunrise (Florida), en la que reiteró a los ciudadanos que le ayuden y voten por él.

La guinda de la lucha del demócrata por el estado de las flores la puso el ex vicepresidente Al Gore, quien ayer se trasladó a Florida como colofón final de la campaña de Obama. El antiguo número dos de Bill Clinton mostró su apoyo al afroamericano en una serie de actos conocidos como 'voto por el cambio' programados en West Palm Beach y Fort Lauderdale.

El premio Nobel de la Paz 2007 fue precisamente el protagonista de una controvertida derrota hace ocho años. De hecho, Gore perdió por 537 votos en el estado de Florida en unas elecciones marcadas por un recuento que llegó a los tribunales y que finalmente le dio a George W. Bush la victoria.

Advertencia republicana

Pero tampoco McCain se queda atrás en Florida. El republicano lucha para remontar la ventaja de Obama en las encuestas nacionales y defender ese estado y sus 27 votos electorales, que resultaron decisivos para Bush en 2004. El senador por Arizona inició así un periplo por Florida, plantando batalla y con la advertencia de que si los demócratas controlan la Casa Blanca y el Congreso, los pequeños empresarios y trabajadores norteamericanos se verán perjudicados. Un sondeo de Reuters/C-SPAN/Zogby daba ayer a Obama una ventaja nacional de cinco puntos sobre McCain. Otras encuestas otorgan al senador afroamericano diferencias de entre dos y quince puntos. Pero la clave para ambos candidatos es ganar los 270 votos electorales que necesitan para capturar la presidencia.

Más de dieciséis millones de estadounidenses ya han votado en unos comicios que se anuncian enormemente concurridos. A este ritmo, un tercio de los electores totales habrán ejercido su derecho antes del martes, según un estudio de Michael McDonald, profesor de la Universidad George Mason. Representaría el doble que en 2000.

Sin embargo, no hay una cifra global de inscritos para estas elecciones, organizados por cada estado conforme a sus propias reglas. Pero según la campaña de McCain, se podría superar la barrera de los 130 millones de votantes, lo que porcentualmente llevaría al país a niveles de participación no vistos desde los años 60.