MENOS SUPERFICIE. Andalucía cuenta hoy en día con poco más de 400 hectáreas de flor cortada, la mitad que hace dos años. / LA VOZ
Jerez

Bajan las ventas en el periodo más rentable para el negocio de la flor

COAG alerta de que la comercialización ya ha caído este año un 5% pese a la festividad de Todos los Santos, cuando se recauda el 25% de los ingresos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La celebración de la Festividad de Todos los Santos trae consigo uno de los hitos de venta de flores de todo el año, igual que ocurre con fechas como San Valentín, Semana Santa o el Día de la Madre. En estos días, se realiza el 15% de las ventas de todo el año y se recauda el 25% de los ingresos. Sin embargo, los efectos de la crisis económica se han hecho notar, y los productores han notado un descenso de las ventas que se sitúa en torno al 5% anual, según alerta la organización COAG Cádiz.

Aunque los gustos de los clientes incluyen opciones muy diversas, las especies más solicitadas para esta época siguen siendo las clásicas, es decir, el clavel y la margarita, seguidos del crisantemo y el gladiolo. Entre los colores que prefieren los clientes, destacan el blanco en el caso de la margarita, y el blanco, el rosa y el rojo en el clavel.

Durante el último año, el sector de la flor cortada ha asistido a algunos cambios. Hay que destacar, por ejemplo, la drástica reducción de superficie (de las más de 800 hectáreas de media que había hasta 2006, se pasó a menos de 500 en 2007. Actualmente, Andalucía cuenta con unas 460 hectáreas de flor cortada), provocada por el abandono de algunos profesionales que no pudieron resistir la situación de crisis continuada que durante años ha vivido el sector (aumento de costes, bajos precios y competencia de terceros países). Esa crisis estructural también provocó que abandonaran el negocio muchos no profesionales que se introdujeron en el cultivo aprovechando un buen momento del mercado.

Esta última circunstancia ha acentuado el proceso de profesionalización que está experimentando el sector, ya que los agricultores que han seguido cultivando flor cortada están apostando por la calidad, adaptando su producción a las variedades más demandadas por el mercado y comprando esquejes garantizados.

El descenso de la superficie ha provocado que, en algunas de las variedades más demandadas, como es el caso del clavel, la oferta disponible no haya sido suficiente, lo que ha provocado que se produzcan importaciones de países como Colombia, para poder cubrir los contratos. La producción del resto de las variedades, tales como la margarita o el lilium, sí ha sido suficiente para tener el mercado bien abastecido y con productos de gran calidad.

Por lo que respecta a los precios, debido a la menor oferta y a la señalada mejora de la calidad de los productos, se han incrementado ligeramente, aunque también lo han hecho los costes de producción, sobre todo en aquellas especies como que necesitan calefacción, como gerbera, crisantemo y margarita.

El sector de la flor cortada tiene un importante componente social, ya que genera mucha demanda de mano de obra, especialmente en zonas donde el desempleo alcanza cotas altas. La mayoría de las explotaciones se sitúan en las provincias de Sevilla y Cádiz.