Un tipo muy duro
Patrick Swayze, al que en enero dieron cinco semanas de vida por un cáncer de páncreas, vuelve a la televisión con la serie 'The Beast'
Actualizado: GuardarYa hay un tipo tan duro como Harry Callahan patrullando la ciudad. Charles Barker, el policía que encarna Patrick Swayze en la serie de televisión The Beast ha debutado con una frase casi tan redonda como la de Clint Eastwood. La diferencia es que el disparo que le alegraría el día debe salir de la pistola de su enemigo. «Hazlo, me harías un favor», grita con el cañón de una pistola apoyado en su cabeza.
Hace unos días se pasó en Estados Unidos el episodio piloto de la producción con la que ha regresado al trabajo el actor tejano, que volvía locas a las chiquillas de medio mundo. Encarna a un agente del FBI que busca que le maten y su coraje ha causado sensación en un país enamorado de las historias de superación personal.
La del protagonista de Dirty Dancing difícilmente tendrá un final feliz, en enero le diagnosticaron un cáncer de páncreas y le dieron cinco semanas de vida, aunque la estrella de De profesión duro no piensa desaprovechar la prórroga que se ha ganado a pulso luchando contra una enfermedad que aún sólo supera un 5%. Los batidos proteínicos le han permitido recuperar unos diez kilos de peso.
El «infierno» de la 'quimio'
«¿Pero cómo se nutre la actitud positiva cuando todas las estadísticas dicen que eres hombre muerto?», comenta en una entrevista de la que se hacen eco varios diarios estadounidenses. «Te vas a trabajar», se contesta quien lograra la fama internacional gracias a las lágrimas que Demi Moore vertía por él en Ghost. Eso sí, Swayze no esconde el drama que supone su dolencia: «Me gustaría decir que soy el mismo, que no he cambiado, pero claro que he cambiado. La quimio es un verdadero infierno».
A sus 56 años, el apuesto caballero de Norte y Sur ha vuelto a aceptar, con humildad, un papel en la pequeña pantalla, un medio que tantas veces había rechazado. «Me creía De Niro», comenta. «Si hacía televisión quería que fuera como la experiencia de Norte y Sur. Algo que me supusiera un reto constante».
A lo largo de la grabación, el que fuera uno de los Rebeldes de Francis Ford Coppola sólo falto un día a su trabajo. Las jornadas de 12 horas, los mareos y los vómitos no han sido un obstáculo para un regreso en el que su novia del colegio, Lisa Niemi, con la que lleva 32 años casado, ha jugado un papel determinante. «Me gusta trabajar duro y me siento orgulloso de lo que estoy haciendo», justifica su esfuerzo.
A primeros de año se estrenará la serie y los productores ya hablan de una segunda temporada en la que no faltará este tipo duro. Al menos mientras el cuerpo aguante. «Es como si algo en tu interior te dijera que debes dejar una huella en la vida. Yo ya he dejado algunas, pero luego piensas: Hay cosas que todavía quiero hacer. Un montón de cosas. A por ellas».