El responsable del aparato militar de ETA, 'Txeroki./ Archivo
lucha antiterrorista

'Txeroki' confesó al jefe del comando Nafarroa su participación en el atentado de Capbreton

Los dos detenidos en Pamplona recibieron hace dos semanas en el sur de Francia un cursillo sobre el manejo de armas y explosivos, impartido por el jefe militar

PAMPLONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presunto jefe del 'comando Navarra' de ETA desarticulado el pasado martes, Aurken Sola Campillo, y su segundo, Xabier Rey Urmeneta, han confesado a la Policía, por separado, que el máximo responsable del aparato militar de la banda, Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', les confesó hace dos semanas que está implicado en el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton el 1 de diciembre de 2007.

Los dos detenidos en Pamplona recibieron hace dos semanas en el sur de Francia un cursillo sobre el manejo de armas y explosivos, impartido por el jefe militar de ETA. Durante el mismo, 'Txeroki' les confesó que él es uno de los tres etarras que estaban en la cafetería cuando detectaron a Fernando Trapero y Raúl Centeno, sobre los que después dispararon. Sobre la identidad de los otros implicados, 'Txeroki' se limitó a trasladarles que eran "dos militantes de ETA", según la declaración de Aurken Sola y Xabier Rey.

Asier Bengoa y Saioa Sánchez fueron arrestados cuatro días después del atentado, a cientos de kilómetros de allí, en el departamento de Lozere, y están acusados formalmente del doble asesinato. Sin embargo, fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que sólo la mujer reconoció su presencia en Capbreton y que podría ocurrir que su compañero de comando, Bengoa, con el que compartía un piso en Toulouse, acudiese en su ayuda mientras huía del cerco policial y nunca hubiese estado en el lugar de los hechos.

Hasta el día de hoy se han encontrado tres de los coches utilizados en la huida: el Peugeot 307 gris con el que abandonaron el lugar de los hechos los tres etarras, el que robaron en Haute-Mauco una hora después, secuestrando a su dueña, y un Renault Clio verde con el que se acercaron a un joven para robarle su Volkswagen Golf, cerca de Perigueux, a los tres días del doble crimen.