«Ni los Parlamentos ni los jueces deben imponer la historiografía española sobre la Guerra Civil»
El historiador Fernando García de Cortázar, ganador del Premio Nacional de Historia de España, ha charlado con los lectores de Vocento
MADRIDActualizado:El historiador Fernando García de Cortázar ha sido una de las voces críticas con la iniciativa del juez Baltasar Garzón de abrir una causa contra la cúpula franquista por crímenes contra la humanidad. En un videochat con los lectores de Vocento, el último ganador del Premio Nacional de Historia por su obra Historia de España desde el Arte, ha considerado que no se está encauzando bien el asunto: "Ni los Parlamentos ni los jueces deben imponer la historiografía española sobre la Guerra Civil, que es importantísima y abundantísima" y ha lamentado que la ley "reabra e invente nuevas heridas que no servirán más que para ahondar la división entre los españoles".
García de Cortázar ha señalado que a la Guerra Civil "no le faltan cultivadores de todo tipo, hasta el punto de que es el período más estudiado en la Historia de España" pero que faltan, sin embargo, "historiadores y catedráticos que pongan su esfuerzo en la alta divulgación. Así, ha animado a "fomentar la sensibilidad de los españoles en torno a la gran historia cultural de España" y ha lamentado la "visión negativa" que muchos tienen de una época "impresionante pero cargada de luces y sombras" sin la cual, ha sentenciado, "la historia del hombre sería distinta".
El nombre de este escritor, uno de los fundadores del Foro de Ermua, es asociado además por muchos a su compromiso con la libertad en el País Vasco y la nación española. García de Cortázar ha sido tajante respecto a las informaciones sobre problemas dentro de la institución y ha respondido a los lectores que, en ocasiones, "han llegado a pensar que a los partidos políticos les intereseaba acabar con los movimientos cívicos". Sin embargo, ha explicado, "los problemas en el Foro se terminaron con la creación de una nueva junta directiva" en la que "estamos muy compenetrados y haciendo muchas cosas".
A pesar de su condición de jesuita, García de Cortázar se ha mostrado completamente "en desacuerdo" con "una determinada línea de la Iglesia vasca, que es mucho más nacionalista que su propia clientela". Su propuesta es que la Iglesia vasca "debe cambiar e introducir un discurso más liberal, más cívico y olvidarse de sus viejas concepciones que dan una importancia decisiva a la Nación". "Creo que debe pedir perdón por estos años de lejanía respecto de las víctimas del terrorismo".
Nacionalismos y autonomías
A preguntas de los internautas, el historiador también se ha referido a las demandas crecientes de competencias por parte de las Comunidades Autónomas y ha señalado que "quizás la España de las autonomías sea ya irreversible". Así, Cortázar ha cuestionado que se haya hecho "un mapa de 17 autonomías que no responden ni a criterios económicos ni geográficos ni culturales" y ha criticado que "en buena medida, responden a caciquismos locales y al intento de café para todos".
Según ha recordado el historiador, "el modelo del estado de las autonomías corresponde casi prácticamente a un estado federal" y ha advertido de que "no hay que hacer batalla del nombre, puesto que hay autonomías que tienen más competencias que las que tendría si fuera un estado federal". García de Cortázar ha reconocido que le "asusta" la palabra "nacionalismo" a la altura del siglo XXI aunque, ha señalado, "hay que afirmar una conciencia liberal cívica que se enfrente a esa nación de la tierra y los muertos de los actuales nacionalismos". "España es una nación de ciudadanos, sin excluidos, sin fatalismos del destino. Es la garantía incluso para los que no piensan como nosotros", ha precisado.
Cortázar se ha mostrado asímismo muy crítico "con el eslogan de 'dejemos que el pueblo se autodetermine'" ya que, ha señalado, "el problema es aceptar quién es el que define lo que es un pueblo, sus límites, sus fronteras, su naturaleza". El historiador considera que "la misma palabra me resulta anacrónica a estas alturas" y prefiere "hablar de sociedad, de ciudadanos o de electores".
Desconocimiento histórico en España
El éxito de su extensa obra historiográfica, con 44 títulos en su haber, es desvelado por el propio autor, que asegura que "el secreto para no aburrir es no contarlo todo, sino lo más importante". Así, García de Cortázar ha señalado que los historiadores "debemos responder a las preguntas que el ciudadano nos hace". Como pautas para llevar a cabo esta escritura, ha señalado la necesidad de "escribir desde las preocupaciones del presente pero con criterios y categorías rigurosas", así como "escribir con voluntad de estilo, empleando las técnicas narrativas que utilizan los escritores" y "desarrollar el difícil arte de la síntesis".
A punto de publicar un libro dirigido a los más pequeños, el escritor ha recordado que la Historia "es la crónica de una gran aventura" y ha señalado a los historiadores como culpables de que los niños perciban el tema historiográfico como algo aburrido. "Confío en hacerlo yo bien", ha señalado.
Conminado a elegir el momento y el personaje más decisivo de la Historia española, García de Cortázar ha señalado a Fernando el Católico como una figura clave por "su idea clara de Estado, que compartió con su mujer Isabel y a partir de la que se creó el primer Estado Moderno de Europa". Como periodo clave, ha señalado el año 1492 "por ser final del poderío musulmán, el encuentro con América, la aparición de la gramática de Nebrija -que le va a dar capacidad expansiva al español- y la tristeza de la expulsión de los judíos", así como el año 1808, cuando, ha explicado, "la nación ya manifestada en el pensamiento ilustrado, toma cuerpo al calor de la guerra de la independencia y las Cortes de Cádiz. A partir de entonces somos una nación de ciudadanos".