José María Cuevas, el hombre que encumbró a la CEOE
Cuando hace siete años entré a formar parte de la Junta Directiva de la CEOE, las palabras de bienvenida del presidente, José María Cuevas, me revelaron entonces algo que seguiría comprobando a lo largo de mis encuentros con él: me estoy refiriendo a la cercanía de su trato y a su vocación por mantener la unidad de todos los empresarios. En el inicio de aquel encuentro, el presidente de la CEOE hizo referencia «a los dos novatos» que allí nos encontrábamos: uno era César Alierta, presidente de Telefónica y otro, el que escribe estas líneas y que acababa de ser elegido presidente de los empresarios de la provincia de Cádiz. A ambos nos dio un cálido recibimiento y nos presentó al resto de los que allí estaban reunidos.
Actualizado: GuardarEstos días, con motivo de su triste y prematuro fallecimiento, he leído entre las muchas cosas que se han escrito que José María Cuevas no era hombre que sucumbiera a los destellos del poder ni se dejara deslumbrar por él. Estoy totalmente de acuerdo. Desde aquel lejano encuentro, tuve la oportunidad de comprobar que José María Cuevas otorgaba el mismo trato a los grandes empresarios como a los pequeños y que siempre mantuvo las puertas abiertas en todas las ocasiones que así lo requerimos, ya fuera cuando reclamamos su presencia en la provincia o bien necesitamos su especial atención para resolver cuestiones que preocupaban a los empresarios gaditanos. En todas aquellas ocasiones especiales para la CEC, José María Cuevas estuvo a nuestro lado, acompañándonos.
A la hora de valorar los logros de José María Cuevas no se puede pasar por alto que partió prácticamente de cero y fue quien puso los pilares de lo que hoy es la CEOE. Es importante no olvidar este dato porque da más valor a los éxitos cosechados durante su trayectoria profesional: su contribución a la modernización y a la apertura de las empresas, al diálogo social y al cambio en la percepción de la figura del empresario, tan demonizada por aquellos años.
Paz social, concertación y diálogo, han sido palabras muy presentes en la carrera profesional de este gran dirigente empresarial, que tanto hizo para que la CEOE fuera reconocida como la válida y legítima interlocutora de los interese empresariales. José María Cuevas ha sido el auténtico artífice de la CEOE, a la que logró encumbrar. José María Cuevas fue quién forjó y definió las líneas maestras de lo que hoy son las organizaciones empresariales.
Por todo ello, los empresarios y también los que tenemos una responsabilidad adquirida con ellos, tenemos una enorme deuda de gratitud con José María Cuevas porque personas como él son las que se han dedicado a allanarnos el camino y hacerlo hoy más transitable.
Como decía antes, el que fue presidente de la CEOE siempre estuvo con los empresarios gaditanos. Y, como los grandes, cada vez que nos acompañó lo hizo mostrando un interés sincero por los problemas de nuestra provincia, por las inquietudes de los empresarios gaditanos, dedicándonos con intensidad todo su tiempo.
Si tuviera que elegir una imagen como recuerdo, me quedo con la de su alegría el día que los empresarios españoles le rendimos homenaje con motivo de su retirada. Y, por supuesto, con todas las cualidades que inspiraron siempre su quehacer: su cercanía, su preocupación sincera por los problemas de los empresarios, su incansable capacidad de trabajo y su firme convencimiento en el importante y trascendental papel del empresario en la sociedad. Gracias, querido amigo, por el valioso legado que nos dejas.