Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
EL TENDEDERO

La crisis

Vivimos en continua tensión desde que se puso de moda la dichosa palabrita -crisis-. Hasta ahora conocíamos las crisis de pareja, las crisis nerviosas, las crisis políticas, que si el cine o el teatro están en crisis, que si las vocaciones religiosas están en crisis, la crisis del petróleo Conocía muchos tipos de crisis, pero ésta, que parece ser la madre de todas las crisis, nos tiene comida la sesera y la moral, y los bolsillos vacíos. Nunca como hasta ahora la palabra crisis había tomado una dimensión tan terrorífica y tan nefasta.

ANTONIA ASENCIO
Actualizado:

No nos consuela el hecho de que estemos ante un problema de dimensión mundial, no nos consuela saber que hay quienes están peor que nosotros, cada vez que dicen los noticieros que la bolsa se desploma nos entra una especie de depresión colectiva, como si nuestra dosis de felicidad dependiera de cómo se han levantado esta mañana unos estupendos señores que trabajan en Wall Street, que es un barrio de la periferia de Jerez, como todo el mundo sabe. Palabras que para la mayoría de nosotros no significan nada (perdónenme los entendidos) como el Dow Jones, el Nasdaq, o el Ibex 35, parecen regir nuestro destino y forman parte de una jerga cotidiana que se ha colado en nuestras vidas como una maléfica imposición. El caso es que vivimos una especie de pánico colectivo y el miedo se apodera de nuestras miserables vidas cuando nos dicen a bombo y platillo que lo peor está por venir.

Los gobiernos acuden en masa al auxilio de los bancos, pobres bancos y pobres banqueros, ya me gustaría a mí que acudieran con la misma presteza al auxilio de las familias más desfavorecidas. Sé que no se puede hacer una lectura tan simplista ni una extrapolación tan a la ligera entre la crisis financiera y el hambre y la pobreza a nivel mundial, pero es que en las noticias nos pintan a los pobres banqueros como víctimas más que como verdugos. Para colmo de males se reúnen los países importantes para lo que dicen que es refundar el capitalismo y no nos invitan. ¿Pero qué se habrán creído!

Mientras, mi bolsa particular, la de la compra de cada día, esa sube, sube y sube sin parar.