Economia

Industria revisará el Plan Vive tras reconocer que «no funciona»

El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, avanzó ayer que el Gobierno revisará en breve el denominado Plan Vive. Un programa destinado a rejuvenecer el parque automovilístico español y a impulsar la lucha contra las emisiones contaminantes que, sin embargo, «no funciona como debería», según reconoció el propio Sebastián durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.

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El Plan Vive -puesto en marcha en junio y vinculado por entero a la financiación de los coches- ha recibido numerosas críticas desde el sector de la automoción, que atraviesa uno de sus peores momentos en más de diez años. Sebastián, que no aclaró qué novedades se incorporarán al programa, argumentó que cuando se diseñó la estrategia la crisis financiera internacional no había mostrado toda su crudeza y que todas las previsiones que se hicieran por aquel entonces se han quedado cortas. «El Vive no ha cumplido aún los cien días; hay que tener paciencia», afirmó el ministro ante las críticas recibidas desde el Partido Popular, que le recordó que el plan hoy vigente apenas ha servido para comprar 50 coches nuevos. Una cifra que deja en papel mojado las previsiones oficiales, que contaban con retirar 240.000 turismos en dos años.

El responsable de Industria, de todos modos, se negó a hacer 'zapping' con la política industrial. «Si vemos que una medida no ha dado los resultados esperados porque ha cambiado el entorno internacional, el Gobierno ha de evaluar con tranquilidad la nueva situación y hacer las modificaciones pertinentes», argumentó. El cambio era casi seguro. Las ventas y la producción de coches han caído un 30% interanual y el sector ya había reclamado al Ejecutivo un giro.

Entre las peticiones de fabricantes, vendedores y consumidores destacan dos: la desvinculación de las ayudas a la financiación de los vehículos y la ampliación de 10 a 15 años de la antigüedad de los coches que se puedan beneficiar. También reclaman ayudas directas de hasta 1.000 euros por cada turismo viejo que se sustituya por uno nuevo y la inclusión de los automóviles de segunda mano en el Vive.