Primeros intentos
Dos skinheads neonazis, incluso más brutos que sus correligionarios, proyectaban asesinar al candidato demócrata a la Presidencia estadounidense, Barack Obama. Creo que le acusaban de ser negro. En todo caso, sus pretensiones no se cumplieron y la batalla del 4-N continúa. Profundos conocedores de la vida norteamericana le auguran al atractivo líder un porvenir bastante más oscuro que su epidermis, pero de momento su presente es batane satisfactorio: va ganando en las encuestas y sólo le resta ganar en las urnas.
Actualizado: GuardarLos republicanos están acudiendo a todo para contrarrestar su impulso y la última argucia, disfrazada de estudio psicológico, es bastante ingeniosa. Asegura que los partidarios del partido republicano son más felices que los que votan al partido demócrata.
¿Cómo se evalúa ese grado de confort interior que llaman felicidad? Quienes dominan la técnica dicen que los republicanos «tienen más dinero y se casan más». No deja de ser una manera de pesar y de medir la felicidad, ese «imposible necesario». Don Antonio Machado suministró una receta para conseguirla: una buena salud y la cabeza vacía. Está por lo tanto al alcance de mucha gente en la que coinciden ambas cosas y además en idénticas proporciones.
Andar bien de dinero lo facilita todo, pero casarse muchas veces sólo representa un triunfo de la esperanza sobre la experiencia. No me parece que inclinen a nadie el día de la votación, pero lo que de verdad es preocupante es el proyecto de cargarse a Obama. No ocurre lo mismo con McCain, ya que sus enemigos prefieren que se encarguen de eso los calendarios.
A este primer intento, bastante rústico, de acabar con Obama, le seguirán otros según los politólogos yanquis. ¿Dios salve al candidato demócrata! Al republicano, según la aritmética, no le salva ni Dios.