Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Los sanitarios recogen el cuerpo de un conductor fallecido en Real de Gandía (Valencia). / EFE
ESPAÑA

El 70% de los conductores admite que padece estrés

Los altos niveles de ansiedad, hostilidad e impaciencia provocan una conducción más temeraria

D. ROLDÁN
Actualizado:

El estrés ha dado el salto a las carreteras españolas. La fatiga laboral y familiar se ha convertido en una de las nuevas y más frecuentes causas de accidentes de tráfico. El 76,9% de los conductores está estresado, lo que repercute en la preparación para encarar un largo viaje o realizar los desplazamientos diarios.

El estrés aumenta los niveles de hostilidad y agresividad y dispara la impaciencia, lo que se traduce en una conducción más rápida y en una tendencia a saltarse las señales de tráfico, según un estudio realizado por Attitudes, la iniciativa social de Audi. Unos sorprendentes niveles de estrés que se han visto aumentados por la crisis económica, que aviva los problemas y las distracciones.

Además del estrés, los conductores padecen problemas de depresión (21,9%) y estados de ansiedad (11,2%). A pesar de estos diagnósticos, los españoles pasan. El doctor Francisco Alonso, jefe del estudio, destacó ayer que las personas consideran el cansancio, el alcohol, las preocupaciones, el sueño, los dolores de cabeza o los resfriados como las causas que más afectan a la conducción. Sólo el 4,8% de los encuestados adujeron que las enfermedades psicológicas son las causantes de este deterioro con el volante. «No existe una concienciación clara de la relación de las alteraciones mentales con la conducta en el tráfico», apuntó el doctor Alonso.

El responsable del informe destacó que casi la mitad de los encuestados (44%) reconoció haber sentido alguna indisposición para conducir, sobre todo en Galicia y en Canarias. Sin embargo, tres de cada cuatro lo achacó a problemas físicos y sólo el 14% consideró que se debía a problemas psicológicos. Por sexos, ellos aseguran que son los achaques físicos los que les impiden conducir; mientras que ellas no tienen tapujos en reconocer que sufren «problemas emocionales» para no conducir.

Medicamentos

Los medicamentos forman otra importante variante en el comportamiento vial. El 15% de los encuestados admite tomar fármacos para tratar la depresión, la ansiedad o el trastorno del sueño. Pero lo preocupante es el número de personas que se automedican y desconocen los potenciales riesgos de la unión fármacos-carretera. «Un tercio de la población piensa que los medicamentos no alteran la forma de conducción», comentó el jefe de la investigación.

El doctor Alonso indicó que hicieron pruebas en simuladores con personas medicadas y su tiempo de reacción al volante fue superior al de un conductor normal. Además, destacó que hasta un 10% de los heridos y fallecidos en accidentes de tráfico había consumido algún tipo de medicamentos con efecto psicoactivo. En gran parte de estos casos, los pacientes desconocían «el riesgo potencial de las sustancias», ya que el personal sanitario no informa sobre los efectos del tratamiento en la capacidad para conducir. «Poco a poco, esto está cambiando», recalcó el médico.