Economia

Más tiempo para comprar en las cuentas ahorro vivienda

El Gobierno ampliará en dos años el plazo para adquirir el piso sin perder las deducciones fiscales acumuladas

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El Gobierno pretende dar un balón de oxígeno a quienes tienen contratada una cuenta ahorro vivienda pero se ven imposibilitados a acceder a un piso por la actual dureza del mercado crediticio. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, explicó ayer en el Senado que el Ejecutivo pretende modificar la normativa vigente para que, sin ampliar el actual plazo límite de cuatro años como vida máxima de la cuenta, quienes agoten ese tiempo sin adquirir un piso no pierdan los beneficios fiscales acumulados (las deducciones sobre el dinero aportado) y dispongan de dos años para encontrar y adquirir su casa. Eso sí, durante esos dos ejercicios adicionales no gozarán de ventaja fiscal alguna.

Solbes no precisó a partir de cuándo se hará efectivo el cambio, que exigiría probablemente un decreto ley pues conllevará la modificación del reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Tampoco está claro en qué momento entrará en vigor este nuevo escenario ni si, como parece más que probable, se trata de un ajuste coyuntural debido a la sequía crediticia. Hoy día, las cuentas ahorro vivienda permiten realizar aportaciones libres sobre las que el titular se beneficia de una deducción en la cuota del IRPF del 15% de la cantidad aportada, con un límite de 9.015 euros anuales. Eso sí, el dinero que haya en la cuenta ha de dedicarse en el quinto año a la adquisición de un piso o, de otro modo, se perderán las bonificaciones logradas hasta entonces.

Eso es precisamente lo que cambia ahora. La cuenta como tal termina a los cuatro años. Se podrá seguir aportando dinero, aunque sin recibir ventajas fiscales. Pero en lugar de comprar sí o sí al quinto año se podrá esperar dos anualidades hasta formalizar la operación sin verse en la obligación de devolver al fisco dinero alguno.

El objetivo del Gobierno, según explicó el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, es dar más margen -sobre todo a los jóvenes- en momentos como los actuales, en los que bancos y cajas tienen completamente cerrado el grifo de la financiación.

En España hay algo más de 230.000 cuentas ahorro vivienda abiertas, que suponen un coste fiscal para el Estado de casi 140 millones de euros anuales, según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria.