Una quincena de diseñadores de Cádiz se unen para crear en tres días una colección a partir de ropa usada
¿Qué me pongo hoy? Si solucionar este problema cada mañana frente al espejo supone todo un ejercicio de imaginación y creación, reflexionen sobre la dificultad que entraña diseñar y confeccionar una colección homogénea en dos días a partir de una montaña de ropa usada. Deconstruir para volver a crear. Ese es el objetivo del espacio dedicado a la moda en la primera Feria de la Creatividad de Cádiz, categoría que estará coordinada por las integrantes de la firma Solitas, las gaditanas Susana Galindo y Ana Sánchez.
Actualizado: GuardarLa improvisación es la máxima de este encuentro con la moda que reúne a una quincena de diseñadores de la provincia, dirigidos por los consagrados modistos Sinpatrón y Roberto Diz. Por ahora, han confirmado su participación en el taller Esther Ruiz de Quintanilla, Luceros, Arsénico sin Compasión, de Cádiz; el Taller Costure y Marina Rivero de Jerez, Xircuit, de Puerto Real; Elyta Wanderer, de San Fernando; Luisa Sánchez, profesora de estilismo de la Escuela de Arte de Cádiz, Amor, de Olvera y Melania, de El Bosque.
Durante las dos primeras jornadas de la feria, los convocados reciclarán varias prendas para idear una nueva colección que se mostrará el último día. El público asistente podrá comprobar en directo las fases que componen el proceso de creación, desde la lluvia de ideas hasta la exhibición -aunque el presupuesto no da para organizar un desfile-, pasando por el patronaje y la costura.
El hilo conductor de la obra conjunta se extraerá de una serie de imágenes aportadas por los propios diseñadores reunidos en este atípico workshop. Y como se trata de aprovechar, la disciplina de moda estará muy relacionada con otras categorías de Creactiva como la danza y la fotografía.
«Estamos convencidos de que va a ser muy divertido y de que la colección re-sultante va a quedar preciosa», cuenta Susana Galindo, primeriza en el diseño de reciclaje.
«Los asistentes podrán hacer preguntas, y probarse la ropa, lo que no sabemos es que va-mos a hacer luego con ella», comenta. Los días 6, 7 y 8 de noviembre el antiguo parque de bomberos se convertirá en un gran escaparate de la moda que viene.
La más barata, imaginativa y creativa. El más difícil todavía. Si no, imaginen el eco de 15 espejos gritanto a la vez: «¿qué me pongo?¿qué me pongo?...»