ATRAPADOS. Dos jóvenes se interesan por un coche de ocasión en un concesionario de Cádiz. / VÍCTOR LÓPEZ
Ciudadanos

Los impagos a los bancos duplican a los del año pasado y suman ya 245 millones

Los gaditanos han dejado de pagar un millón de euros al día desde enero hasta agosto Las pymes y los autónomos recurren cada vez más a las empresas de gestión de cobros

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Hogar de los Meléndez, abril de 2005. El padre de familia (caso simulado) lleva a casa para su mujer y sus dos niños unos 2.500 euros al mes gracias a su trabajo en una urbanización de Chiclana. Esa misma mañana, ha venido un capataz de una obra en El Puerto a ofrecerle más si se va con él cuando termine el tajo actual. Eso le da seguridad para dos o tres años más. Acepta y convence a su mujer para comprarse una casa de 150.000 euros en San Fernando. La letra del piso le sale a unos 500 euros cada mes. Todo controlado.

Hogar de los Meléndez, agosto de 2008. El obrero está en el paro. Cobra algo más de 1.200 euros (el mínimo legal más el añadido debido a los dos hijos) y la letra se su vivienda se come 850 euros. Más el agua, la luz, el butano, la comida y la cuota del coche que se compró hace dos años (otros 300 euros al mes). ¿Qué deja de pagar?

Sea cual sea su decisión, saldrá en las cuentas del Instituto Nacional de Estadística como efecto de comercio impagado. El pasado mes de agosto (último dato disponible) los bancos y las cajas de ahorros vieron cómo les rebotaban hasta 4.256 cargos en la provincia de Cádiz. En dinero, más de 21,5 millones de euros.

En lo que vade año, el panorama es bastante más preocupante. Entre enero y agosto, el número de letras incobradas se va a las 39.081 y la cantidad que las entidades financieras se han quedado sin cubrir roza los 250 milLones de euros en poco más de medio año (245,5 millones, siendo un poco más específicos). Hace un año, antes incluso de que un solo medio de comunicación empezara a hablar de las hipotecas basura de Alabama o Wisconsin, los impagados sumaban unos 103 millones de euros, con lo que las dificultades para afrontar todos los deberes con el banco se han duplicado holgadamente en unos pocos meses. Desde luego, 2008 no es el mejor de los años para las cuentas pendientes. Desde que comenzó el ejercicio, todos los meses han sumado cerca de 4.000 letras sin cobrar y hasta junio, el importe mensual que se dejaba de abonar en las oficinas gaditanas se situaba más allá de los 30 millones de euros (en los meses homólogos de 2007, la deuda total rondaba los 10 millones y sólo un par de veces tocó los 15).

También desde que empezó el año y hasta ese 31 de agosto, se podría decir que la deuda de los gaditanos con sus bancos ha crecido un millón al día (ocho meses son 240 días, que son los millones adeudados). Y subiendo... Sobre todo, porque el incremento en la deuda pendiente se debe a que las efectos devueltos son más voluminosos. Sin duda, el factor hipoteca empieza a imponer su ley. «El mito de que lo último que deja de pagar la gente es la casa es eso, un mito, y la verdad es que cuando no hay dinero para nada, lo primero es comer», resume un portavoz de Celeris, una empresa dedicada a la gestión de cobros que acaba de abrir en la provincia gaditana.

Perfil del acreedor

Desde una empresa con más amplitud de mercado (aunque también trabaja en territorio gaditano), tuscobros.com, se constata el acelerón que ha experimentado el número de deudores. En sólo un año, y circunscribiéndose sólo a la provincia, han subido un 30% los expedientes tramitados por la compañía. En consonancia con los datos expresados por el INE, la cuantía media pendiente ha engordado igualmente. De los 4.442 euros de media que se adeudaba hace un año se ha pasado a no sufragar 5.963 euros, un tercio más en un simple ejercicio.

Por lo general, los que recurren a este tipo de empresas (que buscan el pago de la deuda por métodos amistosos y legales -si es necesario-, pero que se desmarcan de prácticas como las de los cobradores del frac), son pequeñas y medianas empresas y autónomos que no pueden permitirse el lujo de desatender su actividad para perseguir (en el buen sentido de la palabra) a un moroso.

Otro dato destacado es que la mayoría de los casos denunciados a las empresas de cobros son contra otras pequeñas o medianas empresas que no han suscrito su parte del acuerdo. Es el efecto dominó sobre los proveedores, que suele iniciar una compañía constructora, por ejemplo, y arrastra a todas las auxiliares. «Nosotros hacemos ese trabajo y, gracias a la última reforma del proceso monitorio, que estableció la posibilidad de acudir a la vía rápida judicial para las deudas de menos de 30.000 euros, se ha conseguido un elevado índice de éxito», explica el gerente de la empresa, Juan José Panizo. Ese éxito suele pasar por una refinanciación de los distintos créditos, ya que lo que realmente busca todo el mundo es que le paguen.