San Servando y San Germán regresan al Cerro de los Mártires

Los copatronos de la ciudad de San Fernando, y patronos de Cádiz y su Diócesis, volvieron a pasear ayer por el Cerro acompañados de miles de ciudadanos. La historia cuenta que los hermanos San Servando y San Germán fueron decapitados y martirizados en este enclave natural de la Isla. Ayer en romería volvieron a salir desde la Parroquia del Buen Pastor hasta la ermita, situada en el lugar más alto de la montaña, donde llegaron acompañados de cientos de isleños, el grupo de Salineras, y miembros del equipo de Gobierno.

En el recorrido por el barrio de Gallineras no cesaron los cánticos del coro mariano Virgen del Carmen y tampoco faltaron a la cita los caballistas, charrés y carruajes de la Asociación Hípica La Isla.

Pero ya antes de que comenzara el camino de la romería los fieles se congregaron en una diana floreada y la Asociación de Vecinos Casas Blancas y Almadraba realizaron dos ofrendas florales.

Puestas las agujas del reloj en el mediodía, el rezo del Angelus daba la bienvenida a los copatronos de la ciudad al recino del Cerro, en un misa oficiada por el padre Leopoldo Antolín Aguilar. A esta hora ya miles de isleños se concentraban en el recinto para disfrutar de un día festivo al aire libre.

No faltaron las sillas y mesas de playa para acampar en familia. Algunos con sus neveras y otros aprovecharon para hacer una gran paella o incluso barbacoas, a la vez que varias entidades asociativas de la ciudad aprovecharon para reunirse e incluso consiguieron un lugar privilegiado y exclusivo para ellos un poco más alejados del resto.

Circuito

Como novedad la zona reservada para el circuito de ponys y caballos se trasladó ayer a un lugar más cercano a la ermita, convirtiéndose en el lugar preferido por lo más pequeños. Sin duda, los caballos fueron para muchos uno de los atractivos de la jornada. Durante más de dos horas el circuito de ponys estuvo funcionando y Andrés Macías de 10 años de edad contaba que «es lo que más me gusta de venir al Cerro, el año pasado estuve jugando con los caballos y es lo que más ganas tenía de volver a ver aunque no pude montarme en uno, pero este si lo he conseguido». A su vez también pudieron disfrutar de diferentes talleres infantiles, e incluso se instaló una guardería para que los padres pudiesen tener un momento de descanso. «Lo he dejado allí un ratillo porque está entretenido pero prefirieron tenerlo aquí con nosotros», contó Carmen Ponce.

Las barras y puestos de comida no cesaron de funcionar y tampoco el escenario que se instaló en la parte baja de las instalaciones. Artistas ya conocidos por los isleños volvieron a amenizar una de sus festividades con el grupo Harmony, la academia de baile de Marisa Sáinz y el coro flamenco El Patio.

El delegado de Fiestas de Ayuntamiento Isleño, Jesús Perulero, recibió ayer la felicitación de los asistentes, en una jornada que transcurrió sin incidentes destacados. «El año pasado fue un éxito tremendo y este se ha superado», aseguró el delegado. También destacó que «se han incrementado los servicios de vigilancia y se ha cantado tanto en el interior como el exterior del recinto con el cuerpo de Bomberos, Protección Civil, Policía Loca y Nacional, ha sido todo un despliegue y hemos conseguido que los ciudadanos se vayan muy contentos».