Un negociador nato
Aunque duro y tenaz, José María Cuevas también era considerado pragmático y afable
MADRID Actualizado: GuardarJosé María Cuevas pasará a la historia como una de las figuras clave de la democracia y como un negociador nato e incansable que participó en los principales cambios en las relaciones laborales y la Seguridad Social de este periodo. Fallecido a los 73 años de un edema pulmonar, Cuevas cesó de su cargo como presidente de la CEOE por motivos de salud el año pasado, después de haber estado 23 años al frente de la patronal española.
"Negociad siempre, y cuando la negociación se vuelva imposible, seguid negociando". Este último consejo, dado por Cuevas a la nueva dirección de la patronal en su despedida, describe claramente su afán por lograr el acuerdo y mantener el diálogo social hasta en los momentos más difíciles.
Tras su marcha de la CEOE, Cuevas apenas tuvo apariciones públicas, aunque sí una intervención sonada, la de su aparición en la patronal en medio de la crisis interna que provocó la salida del histórico secretario general, Juan Jiménez Aguilar, por sus desavenencias con el actual presidente, Gerardo Díaz Ferrán.
Parco en palabras, pero contundente
José María Cuevas llegó a la presidencia de la CEOE en 1984, aunque su vinculación con la patronal se remonta a 1977, año en el que fue constituido éste órgano de representación empresarial.
Negociador sí, aunque duro y tenaz, Cuevas también era considerado pragmático y afable. Fue siempre parco en palabras y reacio a las entrevistas, aunque no dudó en expresar sus opiniones políticas en numerosas ocasiones, como hizo en la pasada legislatura al criticar el diálogo del Gobierno con ETA o cuando cuestionó algunas de las reformas estatutarias.
Madrileño, casado y con cuatro hijos, era licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y diplomado en Alta Dirección de Empresa por el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de la Universidad de Navarra.
Dentro de la empresa privada, Cuevas fue presidente de Vallehermoso y de 21 Invest, director general de Sarrió, vicepresidente y consejero del Grupo Viscofán, consejero de Iberpapel, de Reno de Medici y de Renta 4, y vicepresidente del Consejo Superior de Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación de España, entre otros cargos.
En la CEOE, su carrera comenzó en 1977 en la Comisión Gestora de la organización y al año siguiente fue nombrado presidente de la Comisión de Relaciones Laborales.
Al frente de la CEOE
En 1984 fue elegido presidente de la CEOE, en sustitución de Carlos Ferrer Salat y, desde entonces, ha sido reelegido sucesivamente. Ya durante su primer mandato, la CEOE pactó con el Gobierno socialista y UGT el Acuerdo Económico y Social (AES), elemento fundamental de pacificación en las relaciones industriales.
En su segundo mandato, las posiciones de los sindicatos, la patronal y el Ejecutivo se distanciaron y culminaron con la huelga general del 14 de diciembre de 1988.
Desde su puesto al frente de la patronal, Cuevas negoció algunos de los acuerdos económicos más importantes y, en contadas ocasiones, intervino en la vida política del país. Entre las reformas laborales pactadas con los sindicatos, destaca la de 1997 que, pese a ser duramente criticada por algunas organizaciones de CEOE, en la práctica supuso un abaratamiento del despido.
Esa reforma creó una nueva modalidad de contrato indefinido, el de fomento del empleo, cuya indemnización por despido es de 33 días, frente a los 45 días del contrato fijo ordinario que, aunque no desapareció de la normativa quedó limitado a ciertos colectivos.
El "decretazo"
Un año después, el Gobierno del PP, CCOO, UGT y la patronal retomaron el diálogo social y, como resultado de esas negociaciones, se creó un nuevo contrato estable a tiempo parcial, que reducía el período mínimo de cotización para acceder a prestaciones.
En 2001, tras fracasar las negociaciones entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales, el Gobierno impuso una reforma laboral conocida como el "decretazo" que fue duramente contestada por los sindicatos y retirada por el Ejecutivo. Unos meses después, las tres partes volvieron a sentarse, esta vez para hablar del futuro de las pensiones, una negociación que acabó con un pacto suscrito por todos menos por UGT.
Además, desde 2002, la patronal ha prorrogado con los agentes sociales el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva, un pacto que durante años ha servido para garantizar la paz social en las empresas y la moderación salarial.
No logró la reforma del sistema de negociación colectiva
Sin embargo, en este ámbito, Cuevas dejó la CEOE sin haber logrado que se reforme el sistema de negociación colectiva, que consideraba obsoleto y rígido y para el que reclamaba flexibilidad, adaptándose más a las necesidades de la empresa y de la coyuntura económica.
En septiembre de 2005 presentó su candidatura para un séptimo mandato en la CEOE, que logró en febrero de 2006 con el apoyo mayoritario (91,9%), no sin antes protagonizar un polémico desencuentro con el presidente de la patronal catalana de Fomento del Trabajo, Joan Rosell, quien pedía una profunda reforma de la CEOE que debía comenzar por el propio Cuevas . Finalmente Rosell retiró su candidatura a la Presidencia y dimitió como miembro de la Junta Directiva de la CEOE.
Cuevas , que mostró tener menos desacuerdos con el actual Gobierno socialista que con el que presidió José María Aznar, intervino antes de dejar su cargo en dos históricos acuerdos consensuados por los agentes sociales y el Gobierno.
Así, el 9 de mayo de 2006 suscribió la primera reforma laboral tripartita de la democracia, que permitía a los empresarios hacer fijos a sus trabajadores temporales mediante el contrato de fomento del empleo (con el despido más barato), incluía un "plan de choque" para reducir el empleo temporal y limitaba a un periodo máximo de treinta meses el encadenamiento de contratos en un mismo trabajador.
Días después logró un nuevo acuerdo tripartito, la reforma de las pensiones, firmada el 13 de julio, y que entre otras cuestiones elevaba a quince años efectivos el período de cotización necesario para acceder a una pensión contributiva; aumentaba la edad para tener derecho a la jubilación parcial y extendía la pensión de viudedad a las parejas de hecho con un período de convivencia mínimo.