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Los errores en defensa relegan a la Balona al último puesto de la tabla
Los de José Luis Burgueña fueron capaces de neutralizar en dos ocasiones la ventaja del Melilla, pero la falta de concentración volvió a ser determinante Un sector de la grada muestra su malestar ante un equipo sin reacción
Actualizado: GuardarEste no es el camino a seguir. Urge un examen de conciencia en todos los estamentos del club, incluida la afición. Si la Real Balompédica Linense quiere mantener la categoría y salir del pozo al que se encuentra abocada con actuaciones como la de ayer, todos deben remar en la misma dirección.
Y es que lo peor del choque ante el Melilla no fue el resultado, que también, ni la imagen de impotencia que dejaron los albinegros en algunos momentos del encuentro, ni siquiera, y ya es decir, el deplorable estado del terreno de juego del Municipal. Lo peor fue la falta de comunión entre el equipo y un sector de la afición que increpó a los suyos, personalizó en algunos jugadores y pidió la cabeza del entrenador. Ese no es el camino, máxime cuando se veía a la legua que los jugadores necesitaban un mínimo apoyo para reaccionar y se estaban dejando la piel en el campo. El más perjudicado fue un joven jugador sub-23, el sevillano González, quién se mostró tan afectado por lo ocurrido que abandonó el estadio llorando.
Así, al término del choque hubo un cruce dialéctico entre el presidente, Alfredo Gallardo, y un grupo de aficionados que no debe volver a repetirse.
La afición de la Balona ha sido elogiada allá donde va por el apoyo incondicional a sus colores. Porque cuando el árbitro pita el final del partido es momento de crítica, pero antes toca animar hasta que queden fuerzas.
Con esto no se pretende poner excusa alguna a la marcha del equipo, que es el principal culpable de la situación en la tabla, ni responsabilizar a nadie de lo ocurrido, pero sería importante recapacitar (todas las partes) hasta sacar a la Balona de donde está. En muchas ocasiones ha quedado demostrado lo que equipo y afición pueden hacer juntos, y esta debe ser una muestra más de ello. De lo contrario la entidad dará de nuevo con sus huesos en Tercera.
También es indispensable para salir a flote que el terreno de juego deje de ser un patatal y, al menos, permita que el balón ruede con normalidad sobre su superficie. Los dirigentes albinegros deberían de poner pie en pared y no permitir que el equipo juegue más en un césped de las características del de ayer, principalmente porque el perjudicado es el club. Si hace falta marcharse habrá que hacerlo, que ya han sido muchas las oportunidades que se han dado al equipo de gobierno para recapacitar y prestar ayuda y al final todo queda en falsas promesas.
Hay que despertar
Pero principalmente, que nadie se lleva a engaño, es la plantilla la que debe aportar mucho más sobre el terreno de juego para abandonar una situación que ya se antoja crítica. La Balona es el único equipo del grupo que aún no conoce la victoria.
Los errores defensivos están convirtiendo a los de José Luis Burgueña en una especie de ong deportiva que ofrece todo tipo de ayudas a sus rivales parea que éstos se hagan con la victoria.
Además, tras el partido de ayer se hacen evidentes las carencias que muestran los albinegros, sobre todo en el centro del campo.