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Rajoy y el presidente riojano, Pedro Sanz, en la clausura del congreso del PP de esa comunidad. / EFE
ESPAÑA

Rajoy cierra filas con el Gobierno pese a «sus errores» en política exterior

El PP exige al Ejecutivo el mismo esfuerzo «con los parados» que por ir a la cumbre

J. I. GASCO
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Mariano Rajoy cerró filas con el Gobierno para que España esté en la reunión del G-20 en Washington «como sea». El presidente del PP explicó que no actúa así por deferencia hacia José Luis Rodríguez Zapatero o porque haya cambiado su opinión sobre el jefe del Ejecutivo sino para «evitar que la comunidad internacional le pase a España factura por los errores de Zapatero».

El líder de la oposición consideró que es la hora de arrimar el hombro para que España no quede excluida de la cita del 15 de noviembre en la capital norteamericana porque es una reunión «muy importante en la que se va a hablar del sistema financiero en el mundo». Es lo que toca ahora, dijo, y «no es el momento de pasar facturas por sus errores» por la política internacional «autocomplaciente y cortoplacista» del presidente del Gobierno. España, insistió, «tiene que estar» en Washington y «tenemos que hacer lo posible» para que así sea.

Rajoy aprovechó la clausura del congreso del PP de La Rioja para mostrar la faceta colaboradora de su partido cuando se trata de defender los intereses generales de España. El papel de azote gubernamental lo asumió la secretaria general del partido, Dolores Cospedal, quien reprochó a Rodríguez Zapatero que no dedique «los mismos esfuerzos titánicos» a solucionar el problema de los desempleados que los que destina a estar en la cumbre financiera mundial.

La número dos de los populares señaló durante su intervención en Valladolid en el congreso del PP de Castilla y León que la ofensiva diplomática gubernamental «por medio mundo» para conseguir que los países «a los que (Zapatero) insulta le inviten» a la cumbre cuesta «mucho dinero», unos recursos que el Gobierno bien podría dedicarlos a medidas de ayuda a las familias y a los «nuevos parados» surgidos en los últimos meses.

El líder de la oposición, de todos modos, limitó su respaldo al Ejecutivo a la reunión de líderes mundiales y responsabilizó a Rodríguez Zapatero de que la crisis en España tenga mayores dimensiones que la de otros países porque tiene una vertiente «genuinamente española», aunque el Gobierno lo niegue y se empeñe en «echarle la culpa de lo que pasa aquí a lo que pasa fuera». Rajoy acusó a los socialistas de estar «sin ganas» y ser «blandos» ante la crisis pues «no se atreven a tomar decisiones», pero al mismo tiempo, remarcó, son «soberbios» ya que no toman en cuenta las propuestas de la oposición.

El presidente del PP reprochó al Gobierno haberse «rendido» ante la crisis ya que su única política para salir de ella es «esperar a que escampe».