El Gobierno no se plantea una reforma del mercado laboral en plena crisis
Zapatero reclama a los empresarios más diálogo con los sindicatos ante el aumento de regulaciones de empleo
Actualizado: GuardarEl Gobierno no se plantea introducir cambios importantes en el mercado de trabajo en plena crisis, al considerar que podrían resultar contraproducentes porque el origen del colapso económico actual es de carácter financiero y precisa «otro tipo de soluciones», por lo que «no se resolvería» con una reforma laboral.
Así se pronunció ayer el propio ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Celestino Corbacho, quien rechazó las peticiones formuladas en ese sentido desde el PP, al que criticó por mantener la idea de que «se debe dejar todo en manos del mercado porque es el que sabe hacer bien las cosas». En este sentido, advirtió que fue el PSOE el que «tuvo que corregir los excesos» provocados por ese tipo de políticas que pretenden alejar el Estado del Bienestar de las propias administraciones públicas.
En una línea similar, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero descartó que el Ejecutivo vaya a emprender de manera unilateral cambio alguno en el mercado laboral, pese a reconocer que los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) «son malos» pues el paro creció durante el tercer trimestre del año en 13 de las 17 comunidades autónomas -sólo se salvaron Aragón, Asturias, Cantabria, Madrid y la ciudad autónoma de Ceuta-. «Si hay que tomar medidas se tomarán, pero en consonancia con el diálogo social», dijo el jefe del Ejecutivo desde Pekín, donde participó en la séptima cumbre Asia-Europa (ASEM), informó Paula de las Heras, enviada especial al evento.
Expedientes
Rodríguez Zapatero, no obstante, sí reclamó a los empresarios que aumenten el diálogo con los sindicatos ante el número creciente de expedientes de regulación de empleo (EREs) -de enero a agosto, últimas cifras publicadas, se presentaron un total de 3.011, nueve veces más que hace un año, que a su vez afectaron a 63.348 trabajadores, un 12,5% más que en el mismo período de 2007-.
A su vez, justificó el fuerte aumento de la tasa de paro, amén de en la crisis, en que la población activa española aún crece al 3%, por encima de la media de la Unión Europea, y el país cuenta con 20 millones de trabajadores, el mayor volumen de su historia, lo que en su opinión «nos hace fuertes para afrontar la coyuntura negativa actual». Tan convencido se mostró de ello que el presidente afirmó que, pese al complicado panorama en materia laboral, mantiene como uno de sus objetivos políticos «el pleno empleo».
Corbacho, por su parte, abogó por que las tres grandes administraciones (central, autonómica y local) colaboren en la creación de políticas activas de empleo para potenciar las recolocaciones y evitar casos de exclusión social, que se producirían en aquellas personas que hayan perdido su puesto de trabajo y también hayan agotado las ayudas de protección social que les corresponden.
Por este motivo, el ministro criticó las prejubilaciones forzosas a los 50 años pues, en su opinión, «es un despropósito prescindir de toda una generación que ha acumulado acumula sabiduría y experiencia». «Si cada vez nos jubilamos antes -insistió-, tendremos un gran problema», al añadirse al hecho de que cada vez hay una incorporación más tardía al mercado laboral.
Construcción
El titular de Trabajo, que intervino ayer en el Consejo Federal de Política Municipal del PSOE celebrado en Vigo, coincidió con su compañera Beatriz Corredor, ministra de Vivienda, en que una de las principales preocupaciones del Gobierno es el elevado número de desempleados en la construcción que al acabar una obra no encuentran una recolocación, pues una cuarta parte de los parados registrados en España trabajan en ese sector. Corbacho reveló, además, que en un plazo de dos semanas se convocará la mesa de política industrial, a fin de que el Ejecutivo y los agentes sociales analicen los efectos que la crisis tiene por el momento en sectores tan importantes para el país como la automoción.
De otro lado, según los últimos datos publicados por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomo-ATA, el número de profesionales extranjeros dentro de este colectivo creció un 4,7% de enero a septiembre, hasta alcanzar un total de 234.110, pese a que el verano les pasó factura y desde julio se han perdido 3.665, a una media de 41 diarios.
En cualquier caso, su marcha es mejor que la de los trabajadores españoles por cuenta propia, pues mientras el número de afiliados nacionales al régimen especial correspondiente de la Seguridad Social se redujo en más de 40.000, entre los autónomos foráneos aumentó en 10.513. Baleares, Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid fueron las comunidades autónomas donde esta tendencia se notó más, sobre todo en los sectores de la construcción, el comercio y la hostelería.