El desplome de las bolsas anticipa la recesión
Las fuertes turbulencias que sacuden estos días los mercados de valores de todo el mundo son el anticipo de la recesión que se avecina. Calculan los expertos que estas convulsiones suelen producirse unos seis meses antes de que las economías padezcan una cada real, un calendario que encaja bien con las predicciones de las autoridades y de los servicios de estudios de carácter independiente. Lo peor de la crisis económica está por venir, y los efectos más dañinos los sentiremos en la primavera de 2009.
Actualizado: GuardarBancos centrales y gobiernos se afanan, mientras tanto, en llevar a la práctica las medidas que debieran suturar el formidable agujero causado por la crisis financiera. Las tres líneas de actuación -aportación de liquidez, rescate bancario, ayudas a la vuelta a la normalidad- han llegado relativamente tarde, e incluso se están aplicando a distinto ritmo, de ahí la lentitud con que se registran sus efectos.
Esperar y ver
En España -donde el Ejecutivo ha aprobado todo el paquete, pero sólo pondrá en marcha las garantías a los ahorradores, líneas de financiación y avales-, bancos y cajas han optado por la política de esperar y ver, con la clara intención de participar más adelante. Lo mismo que una mayoría acude a las subastas del Banco Central Europeo, ninguna de las que se han pronunciado hasta el momento descarta el recurso a la línea de financiación a cambio de la cesión de activos sanos, porque su precio -el mismo de la deuda- les parece adecuado y el plazo dos años -que podrán empezar a contar en 2009- también les proporciona un respiro.
Mayor recelo suscitan los avales: a nadie le amarga el dulce de disfrutar de la máxima calificación en sus emisiones, pero son conscientes de la avalancha de deuda privada que se registrará en Europa en cuanto las grandes compañías de todos los Estados se lancen a utilizar este recurso.