Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Y GOL. Antoñito saltó al terreno de juego en la segunda mitad y realizó el gol del empate. / GECA SPORT
Deportes

El peaje del despistado

El Zaragoza se adelantó en el marcador con un regalo defensivo del Xerez Los azulinos no merecieron perder, pero pagaron muy caros sus despistes

SALVA GALVÁN
Actualizado:

En esto del fútbol los despistes se suelen pagar muy caros. Si los haces en un campo que huele a Primera División y con jugadores internacionales delante, la bofetada puede ser tremenda, y el Xerez perdió ayer el encuentro por pequeños detalles que le acabaron dejando sin ningún punto. No fue inferior a un Zaragoza que sólo apretó en el tramo final y que contó con la colaboración de un colegiado que pudo expulsar a López Vallejo en el descuento del encuentro por impedir fuera del área que Momo lograra el empate.

Pero la principal diferencia entre los de Esteban y los de Marcelino fue la efectividad, pues siempre gana el que más la mete, y ayer los maños se llevaron tres puntos sin hacer un buen partido.

Buen comienzo

Aparentemente Esteban sacaba a La Romareda un equipo prácticamente calcado al que inició el encuentro en Anoeta quince días atrás. Los hombres eran casi los mismos, salvo un par de retoques. Carlos Calvo salía de la alineación a pesar de haberse ratificado ante Las Palmas, y a Antonio Calle le llegaba su castigo tras un seco inicio goleador. Los beneficiados eran Pedro Ríos y Mario Bermejo, que veían recompensado su extraordinario momento de forma.

A falta de variación en los nombres, la permuta llegó en el sistema, ya que Esteban abandonó su tradicional 4-4-2 y apostó por armar aún más la defensa con un 4-1-4-1. Tener a uno de los mejores cañoneros continentales parecía argumento suficiente. De esta manera, Vicente Moreno se colocaba justo por delante de los centrales y Emilio Viqueira y Álex Bergantiños formaban pareja en el doble pivote. Por las bandas acompañaban Pedro Ríos y Momo y el islote ofensivo era un Mario Bermejo que tenía que jugar mucho con el tempo del partido. El objetivo -como se ha cansado de repetir el preparador xerecista a lo largo de la semana- no era otro que el de evitar descuidos en la zona ancha y mantener la mayor posesión posible.

A la hora de atacar se miraba a los huecos por las bandas, donde Momo y Pedro Ríos buscaban la espalda de la defensa. Por la izquierda, Momo avisó de la presencia xerecista, pero el centro del canario fue cortado por Pavón justo antes de que el cuero cayera en poder de Bermejo.

El Zaragoza trató de responder, intentó dominar, hacerse con la posesión, pero cuando parecía que comenzaba a sentirse a gusto en su campo, el Xerez le daba un sustito. Lo hizo Perico de cabeza, Bergantiños con un lejano zapatazo y Bermejo con un tiro demasiado escorado. Llegadas que también sirvieron para meter el miedo a unos maños que comenzaron a recibir los pitos de la grada.

Y es que el Zaragoza se fue al descanso sin acumular ninguna ocasión clara. Únicamente puso a prueba a Chema en un libre directo a los cinco minutos de comenzar el encuentro. Un disparo de Zapater que el meta de Orihuela despejo sin mayores problemas a saque de esquina.

Regalo

La cosa es que el escenario y la trama del encuentro no cambió demasiado en la reanudación por mucho que el Zaragoza le tratara de poner más empeño. Tuvo que ser un regalo de Francis, un garrafal error del defensa barbateño en el centro del campo lo que decantara la balanza a favor del conjunto local.

El lateral, en el círculo central, tuvo un momento de dudas y no supo si pasar al central o al portero, dejando el cuero a mitad de camino y casi a los pies de un Oliveira que tenía vía libre hasta Chema. El porteo azulino le esperó bien plantado, e incluso le ganó el mano a mano, pues detuvo el primer lanzamiento del delantero brasileño. Chema no logró atajar el esférico y a la segunda Ricardo no falló.

El Zaragoza se colocaba por delante en el marcador sin haber hecho nada de otra categoría, pero el regalo de Francis no podía ser desperdiciado por un equipo que rebosa calidad.

Aún así, ni Esteban ni sus jugadores se volvieron locos. El técnico malagueño espero unos minutos, pues la reacción de los que estaban en el campo no fue mala, pero superado el margen de confianza dio entrada a Antoñito y a Carlos Calvo por Pedro Ríos y un espectacular Bergantiños. El gallego dejó su hueco al sevillano y el punta sevillista aprovechó los minutos para recuperar su efectividad. A la primera que tuvo metió la cabeza para igualar el marcador. Antoñito remachó un centro de Momo que ya había peinado Bermejo.

El gol enojó a un Zaragoza que se volcó a la desesperada sobre la portería de Chema. Aún así, necesitó la ayuda del árbitro, pues se puso por delante en una jugada que venía de una falta que no existió. La defensa azulina salió mal, alguno se quedó descolgado y habilitó a un Ewerthon que no perdonó de cara a puerta.

En el descuenta Momo y Viqueira volvieron a tener el empate, pero un impresionante Vallejo impidió que los azulinos se llevaran al menos un punto.

sgalvan@lavozdigital.es