PRESIDENTA. Ana María Pérez, en el centro. / O. CHAMORRO
Ciudadanos

«Nos dieron el alta y nos desearon buena suerte»

La otra parte afectada es la que le toca al cuidador. Ana María recuerda que cuando salieron del hospital el mundo se le vino encima. «Éste no era el hombre con el que me casé pero es mi marido y tenía que salir adelante». Tras regresar de Barcelona llegó a la asociación con una pila de papeles y muy pocas soluciones.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuenta que venía al borde de la depresión y la terapia empezó a funcionar. «Tenemos a muy pocos asociados y el apoyo es fundamental para superar este golpe, porque no se trata de una enfermedad degenerativa a la que puedes hacerte a la idea, esto te llega de un día para el otro». Lo más difícil pasó en los primeros años, pero aún le toca aplacar las crisis cuando Bernardo está en horas bajas.

«Lo que más les impacienta es la pérdida constante de memoria, hacen algo y a las pocas horas no pueden recordarlo, les resulta frustrante». Aún así, su marido es el mejor ejemplo de que un paciente con daño cerebral puede avanzar si dispone de los medios suficientes, por eso asegura que merece la pena pelearse con administraciones, entidades o lo que sea necesario para recabar apoyos.